Pelusa es una elefante asiático (Elefhas maximus) de 52 años de edad que representa un símbolo del Jardín Zoológico Municipal para muchas generaciones platenses.
Este animal nació en cautiverio en Hamburgo, Alemania en 1966, y a sus dos años fue apartada de su madre y trasladada al Zoológico de La Plata.
En 2014 se detectó que sufre de Pododermatitis crónica, una infección frecuente en los paquidermos que afecta sus patas, le provoca mucho dolor y, como consecuencia, le reduce los movimientos al punto de generarle inconvenientes para caminar y hasta mantenerse parada.
Esta afección es frecuente en elefantes asiáticos de su edad, especialmente si han vivido en cautiverio sobre un suelo inadecuado y sin posibilidad de caminar las distancias que necesita su especie, al menos un promedio de 10 kilómetros por día.
Teniendo en cuenta que es la principal causa de muerte en elefantes en cautiverio de la edad de Pelusa, en 2016 el Municipio comenzó las gestiones junto a organismos internacionales y expertos en el tema, para trasladarla a un Santuario de Brasil para mejorar su calidad de vida en un ambienta más apto y junto a otros elefantes de su misma especie.
En paralelo, en julio 2017 la comuna construyó una platea de hormigón junto a una nueva estructura con hierros y malla metálica en su hábitat; además, se tapizó el suelo con un nuevo piso de caucho que le permite descansar las patas, teniendo en cuenta que los escombros y el material calcáreo que estaba obligada a pisar no eran buenos para su salud.
También amplió su espacio en 1800 metros cuadrados -generando un ambiente en el que Pelusa puede caminar más de un kilómetro por vuelta-; colocó una red que impide el acceso de las palomas e instaló un sistema de calefacción para contrarrestar el frío del recinto.
A la vez, reemplazó el sustrato (arena especial) contaminado por sustrato nuevo concluyendo el reacondicionamiento de su hábitat, logrando que Pelusa pueda disfrutar de un espacio amplio y renovado.
Se le brinda desde entonces una dieta especial y variada mediante la cual come el 3% diario de su peso con la ingesta de diferentes pasturas para fortalecer sus proteínas, además de frutas y verduras y, en paralelo, sus cuidadores la estimulan motivacionalmente para que camine y fortalezca su musculatura.