La región chilena de O’Higgins, 157 kilómetros al sur de Santiago, que recibe un millar de extranjeros por mes, de los cuales el 10 % son argentinos, es un polo de atracción para los surfistas que llegan a la zona por sus playas con olas de hasta 9 metros de altura y una naturaleza exuberante.
El director regional de Turismo, Jorge Espinoza Bustos, detalló a Télam que la región cuenta con 32.834 plazas hoteleras distribuidas en 1.264 hoteles y 1.842 cabañas u otros establecimientos extrahoteleros.
«Del total de extranjeros que llegan a nuestra región, el 25% provienen de los Estados Unidos; un 13% de Brasil; y un 10% de Argentina. La estadía promedio de estos turistas es de 6,5 noches por persona, con un gasto promedio de 59,6 dólares y un gasto general de 386 dólares», precisó.
En cuanto a los argentinos, el funcionario del país vecino detalló que «se quedan en promedio 5,4 noches, realizan un gasto promedio 55,5 dólares; y un gasto total de 297,1 dólares, mientras que los brasileños están 7 noches y gastan 100 dólares por día. Los norteamericanos en cambio, se quedan unos 12 días, con un gasto promedio de 86 dólares por jornada y un total de 1.051,8 dólares».
La región cuenta con una población de 918.751 personas, con su histórica capital, Rancagua, donde se libró la batalla homónima en la que Bernardo O’Higgins pudo romper el cerco que le imponía el ejército español, el 1 y 2 de octubre 1814, que significó el fin la Patria Vieja y el comienzo de la reconquista española.
En la zona costera, en Pichilemu, principal ciudad turística y balneario de la región, destaca por la práctica del surf; de hecho cad año se realiza el campeonato mundial femenino de la especialidad, aunque también se destaca por la artesanía de cerámica de Pañul, Sal de Cahuil y Lo Valdivia.
Punta de Lobos es la playa que hace de Pichilemu la capital del surf en Chile por sus olas de hasta nueve metros constantes todo el año, aunque las más espectaculares se dan entre septiembre y mayo.
Rodeada de acantilados, guarida de lobos de mar, es también apta para el baño y la pesca.
La costa es la capital del deporte náutico, con la comuna de Navidad, Playa Matanzas y el sector la Boca, ideales para la pesca artesanal y deportiva, recolección algas y sobre todo para para la práctica de surf, windsurf y kitesurf.
La Boca del Río Rapel, a seis kilómetros de Navidad, es ideal para pescadores y turista con su Mirador San Pedro del que se puede apreciar el estuario del Río Rapel y llegar a la playa.
El lago Rapel es un embalse emplazado entre la Cordillera y la Costa, ideal para la pesca del pejerrey, dar un paseo en lancha o disfrutar en familia en el camping donde se puede degustar de la variada gastronomía local.
Otro de los grandes atractivos de la región es el enoturismo, en especial en el Valle de Colchagua, donde en abril y marzo se realiza la Fiesta de la Vendimia en las localidades de Santa Cruz, Peralillo, San Fernando, Pichidegua, Rengo, Coltauco y Zúñiga.
En la comuna de Machali, en el extremo central este de la región, está la ciudad minera de Sewell, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y lindante con las Termas de Cauquenes, que están abiertas los 365 días del año.
Conocida como «la ciudad de las escaleras», Sewell fue reconocida por la Unesco por su testimonio de la larga historia minera de la región que se desarrolló en medio de la Cordillera de los Andes, con la mina de cobre más grande del país.
Por su parte, la Reserva Nacional Río Los Cipreses es un extenso bosque nativo, de altas cumbres, lagunas y glaciares que componen el extraordinario paisaje cordillerano ubicada en la cuenca del río Los Cipreses, donde de pueden realizar caminatas y cabalgatas.
Cuenta además con el Centro Cultural de Vida Silvestre con salas de información, exhibiciones y un anfiteatro.
En tanto que la capital de la región, Rancagua, reúne en sus rincones y sus angostas calles en cuadrícula del centro, que se unen en la Plaza Los Héroes, vestigios de la contienda que enfrentó a patriotas y realistas.
La gobernación provincial de Cachapoal, la Casa Parroquial y la Catedral también se pueden visitar o recorrer las calles Mujica y Cuevas, donde encontrar tiendas de libros usados y otras antigüedades.