Los cigarrillos electrónicos con nicotina causan rigidez arterial y aumentan la presión y frecuencia cardíacas, “lo que se asocia con un mayor riesgo de ataques al corazón y accidentes cerebrovasculares (ACV)”, demostró por primera vez una investigación presentada hoy durante el Congreso Internacional de la Sociedad Respiratoria Europea 2017, que finalizará mañana en Milán, Italia.
«El número de usuarios de cigarrillos electrónicos aumentó dramáticamente en los últimos años, ya que son considerados por el público como casi inofensivos. La industria los comercializa como una forma de reducir el daño y ayudar a las personas a dejar de fumar tabaco, pero su seguridad es debatida y hay evidencia creciente de que generan efectos adversos para la salud”, dijo el médico Magnus Lündback, del instituto sueco Karolinska.
Durante el Congreso, del que participó Télam, el investigador aclaró que si bien los resultados de su estudio “son preliminares”, quedó demostrado que el uso de cigarrillos electrónicos genera “un aumento significativo de la frecuencia cardíaca y la presión arterial en los voluntarios que fueron expuestos”.
“La rigidez arterial aumentó unas tres veces en quienes fueron expuestos a la nicotina que contienen esos cigarrillos, en comparación con el grupo libre de nicotina”, afirmó Lundbäck, quien precisó que “los voluntarios que participaron del estudio “fumaban un máximo de 10 cigarrillos al mes y no habían usado cigarrillos electrónicos antes del estudio”.
“La edad media era 26, y el 59 por ciento de ellos eran mujeres, mientras que el otro 41 eran hombres. Se asignaron al azar cigarrillos electrónicos con nicotina durante 30 minutos en uno de los días de estudio y cigarrillos electrónicos sin nicotina otro día, y luego se midió su presión y rigidez arterial y la frecuencia cardíaca inmediatamente después de fumar y también dos y cuatro horas más tarde”, detalló.
Así, el médico enfatizó que en los primeros 30 minutos después de fumar cigarrillos electrónicos con nicotina hubo un aumento “significativo” en la presión arterial, la frecuencia cardíaca y la rigidez arterial, mientras que «no se observó efecto alguno» sobre la frecuencia cardíaca y la rigidez arterial en los voluntarios que habían fumado cigarrillos electrónicos sin nicotina.
«El aumento inmediato en la rigidez arterial que vimos está probablemente asociado entonces a la nicotina», concluyó Lundbäck, quien agregó que si bien “ese aumento fue temporal, los mismos efectos temporales sobre la rigidez arterial se demostraron después del uso de cigarrillos convencionales”.
“La exposición crónica al tabaquismo activo y pasivo provoca un aumento permanente de la rigidez arterial. Por lo tanto, especulamos con que la exposición crónica a cigarrillos electrónicos con nicotina pueda causar efectos permanentes sobre la rigidez arterial a largo plazo, aunque hasta la fecha no hay estudios sobre eso”, apuntó.
Para el investigador sueco “es muy importante que los resultados de este estudio lleguen al público en general y a los profesionales de la salud que trabajan en atención preventiva, por ejemplo en el abandono del hábito de fumar”.
“Nuestros resultados subrayan la necesidad de mantener una actitud crítica y cautelosa hacia los cigarrillos electrónicos, especialmente para los profesionales de la salud. Los consumidores de ese tipo de cigarrillos deben ser conscientes de sus peligros potenciales para decidir si continuar o abandonar basándose en hechos científicos», advirtió.
Y añadió: «Las campañas de márketing se dirigen a los fumadores de cigarrillos actuales y ofrecen el electrónico como un producto para dejar de fumar. Sin embargo no sólo no está probado que eso suceda, sino que existe un alto riesgo de doble uso”.
“Además se dirigen también a los no fumadores, con diseños y sabores que atraen a una gran multitud, incluso a los jóvenes. La industria del cigarrillo electrónico se está expandiendo a escala global, y ya hay algunos cálculos que sugieren que sólo en los Estados Unidos superará a la industria convencional de cigarrillos en los próximos años”, completó.