El presidente de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó, abogó hoy por lograr la «unidad nacional» porque le «duele mucho que todavía los argentinos no estén unidos y que no se haya eliminado la grieta», y llamó a terminar con los gobiernos que «son tomados por la corte o los obsecuentes» y llevan al «fanatismo» y al «aislamiento del líder político de la realidad».
Monzó pidió «terminar con ese tipo de gobiernos y comenzar a colocar a funcionarios que tengan responsabilidad y prestigio propios», al advertir que «a los funcionarios con prestigio propio hay que convencerlos y no ordenarles porque el funcionario con prestigio propio siempre va a mirar a la gente».
«Llevamos muchos gobiernos que son tomados, porque es una tentación permanente, por la corte o los obsecuentes, que tienen un elemento narcótico que es la adulación al líder y que lo atrapan porque el líder está observado por todos ellos, y pocas veces puede observar: es la del carcelero que los rota porque los presos lo pueden manejar, eso es lo que pasa en la administración pública», afirmó Monzó.
En esa línea, el titular de la cámara baja sostuvo que «el obsecuente lo que consigue es perdurar en el cargo y lleva al fanatismo y a aislarse al líder de la realidad: tenemos que terminar con ese tipo de gobiernos y comenzar a colocar funcionarios que tengan responsabilidad y prestigio propio porque así hay que convencerlo y no ordenarle porque el funcionario con prestigio propio siempre va a mirar a la gente».
Al realizar un balance de su gestión en el salón de los Pasos Perdidos, que contó con la presencia de diputados de todos los bloques y los referentes sindicales de los empleados legislativos, Monzó destacó la importancia de la palabra «consenso» y señaló que «cada vez tenemos que pregonarla más porque el país no está bien».
«Tuve la ilusión en estos últimos cuatro años de poder volver a recuperar la unidad de los argentinos y lamentablemente eso no ha ocurrido. Me duele mucho que todavía los argentinos no estén unidos, que no hayamos eliminado la grieta pero voy a colaborar con cualquier gobierno para poder lograr la unidad de todos los argentinos», aseveró el titular de la cámara baja ante los aplausos de legisladores y trabajadores.
Puso de relieve que, a su juicio, la «transición es el punto de origen» que, dijo, imagina «para el próximo gobierno para lograr la unidad nacional» y admitió que sueña con que en Argentina comiencen a elegirse los funcionarios «sin fijarse en procedencias o ideologías», como se hizo en la cámara baja a lo largo de los cuatro años de su gestión.
En el acto, las autoridades de la cámara baja expusieron los logros en materia de administración presupuestaria, jerarquización de recursos humanos, mejoras edilicias, participación ciudadana y diplomacia parlamentaria, entre otros ejes de la gestión que se inició el 10 de diciembre de 2015.
Estuvieron presentes el vicepresidente primero de la Cámara de Diputados, José Luis Gioja (FPV-PJ; el vicepresidente segundo, Luis Petri (UCR) y el vicepresidente tercero, Martín Llaryora (Córdoba Federal), además del secretario general de la Presidencia, Marcio Barbosa; el secretario parlamentario, Eugenio Inchausti y la secretaria administrativa, Florencia Romano, la prosecretaria parlamentaria, Marta Luchetta y el director de Diplomacia Parlamentaria, Juan de Dios Cincunegui.
Además, participaron diputados nacionales; funcionarios; trabajadores de la Cámara de Diputados y los secretarios gremiales de los tres sindicatos con representación: Norberto Di Próspero, de APL; Martín Roig, de UPCN; y Claudio Britos, de ATE.