El Partido Justicialista (PJ) bonaerense, que en diciembre renovará sus autoridades, se debate por estas horas ante la disyuntiva de poder articular una lista de unidad o que finalmente haya competencia interna entre su actual titular Fernando Espinoza, y el intendente de Merlo, Gustavo Menéndez, dos de los candidatos en danza.
El margen de negociación quedó muy acotado porque la presentación de candidatos vence esta medianoche, y eso explica el clima de tensión y nerviosismo que se vivió todo el día para ver si era posible congeniar una lista única.
En el fragor de las negociaciones a contrarreloj que se realizaron en diferentes reuniones, más los innumerables cruces telefónicos de rigor, surgió el nombre del veterano dirigente peronista de Berazategui, Juan José Mussi como posible expresión de la unidad; una idea que fue apoyada por los intendentes que se inclinan por Menéndez, pero resistida fuertemente por La Cámpora y el propio Espinoza, que insiste en mantener firme su candidatura a la reelección.
A pesar de que la mayoría de los intendentes peronistas bonaerenses, y varios dirigentes sindicalistas también, apoyan la renovación con unidad que proclama Menéndez, el ex intendente de La Matanza resiste los embates en su contra con el apoyo de gran parte del kirchnerismo duro, que desconfía del ‘dialoguismo’ del jefe comunal de Merlo, quien ya se reunió con el jefe de la bancada del PJ en el Senado, Miguel Pichetto, ahora totalmente distanciado de la ex mandataria, y de buena relación con el presidente Mauricio Macri además.
Desde el círculo íntimo de Espinoza confiaron a Télam que «Fernando no se baja», mientras que allegados a Menéndez recordaban que, en su momento, su jefe «enfrentó a Raúl Othacehé en Merlo, y le ganó. No va a tener miedo ahora», apuntaron.
Otro de los que presionó y se anotó en la pelea por ser el sucesor de Espinoza es el intendente de Moreno, Walter Festa, un dirigente ultra K que pone en el tapete el tema de los avales, que seguro serán motivo de disputa en los próximos días.
En este marco, hoy parecía dificultoso conformar una lista de unidad del peronismo bonaerense, que a su vez pueda ser presentada como una renovación del partido, y plataforma para disputar las elecciones de 2019.
En cualquier caso, de persistir las profundas diferencias de criterio, éstas deberán saldarse en las urnas el próximo 17 de diciembre, según lo establece el cronograma partidario.
En rigor, ningún sector está del todo convencido de que haya más de una lista, pero las tres derrotas electorales consecutivas que sufrió el PJ en la Provincia, sumado a la falta de líderes naturales, condicionan la posibilidad de reeditar la ‘unidad con renovación’ que en los años ochenta encarnó el extinto Antonio Cafiero.