El empresario José María Núñez Carmona fue liberado esta noche tras la excarcelación que le concedió la Cámara Federal porteña en la causa por supuesto lavado de dinero y enriquecimiento ilícito por la que estaba detenido desde el 3 de noviembre pasado.
Núñez Carmona había sido trasladado esta noche desde la cárcel de Ezeiza a la sede de la Superintendencia de la Policía Federal, donde le realizaron estudios médicos y fue liberado poco después de las 22.30.
Al salir de la Superintendencia de la Policía Federal, Núñez Carmona fue consultado por cuánto tiempo pensaba que iba a estar libre y respondió al canal de noticias TN «al menos por hoy».
En tanto, el ex vicepresidente Amado Boudou, procesado en la misma causa y también detenido como su amigo y socio Núñez Carmona el 3 de noviembre pasado, también fue excarcelado hoy por la Cámara, pero no recuperará la libertad ya que está procesado en otra causa sobre facturaciones falsas de gastos en viajes al exterior.
La sala de feria del Tribunal de Apelaciones resolvió hoy la excarcelación de Boudou y Núñez Carmona, al declarar nulo un fallo del juez federal Ariel Lijo.
Boudou, por su parte, deberá esperar a que la Cámara revise otro procesamiento con prisión preventiva por facturaciones falsas de gastos en viajes al exterior cuando fue ministro de Economía, para lo cual se convoco a una audiencia mañana viernes y se resolvería a más tardar el lunes próximo.
El ex vicepresidente fue detenido el 3 de noviembre pasado por supuestas maniobras de lavado de activos en el marco de la causa por enriquecimiento ilícito que se sigue en su contra.
La decisión de excarcelar a Boudou y Nuñez Carmona fue tomada por el camarista Eduardo Farah con la adhesión del camarista del fuero en lo criminal Rodolfo Pociello, llamado para desempatar ante el desacuerdo con el otro juez de la Cámara Federal, Leopoldo Bruglia.
Bruglia votó en minoría por rechazar las excarcelaciones pedidas.
Farah, al fundamentar la decisión de liberar a Boudou, sostuvo que pasaron «más de dos meses» desde la detención y el juez «no ha definido las situaciones procesales de los detenidos», por lo cual, «o bien no contaba con los elementos que le permitieran cristalizar el vínculo de los imputados con los hechos que les había reprochado, o la urgencia entonces alegada no era tal».
Además, remarcó que la causa por enriquecimiento ilícito que se investiga desde hace varios años tuvo una «intempestiva variación» que derivó en las detenciones pero que con anterioridad a eso «la actividad procesal hasta entonces desplegada -y que transcurrió, debo decir, a un ritmo carente de dinamismo- , tampoco se vio acompañada de una correlativa actividad jurisdiccional que la respaldara».
Al sumarse a la postura de Farah, Pociello remarcó que Boudou «se encuentra detenido sin que se dispusiera su prisión preventiva» en casi dos meses, en el marco de una investigación que ya lleva cinco años.
«Si bien no desconozco los compromisos asumidos por el Estado en convenciones internacionales de lucha contra la corrupción ratificadas por nuestro país por medio de las leyes 24.759 y 26.096, dicho compromiso debe cumplirse dentro de los límites impuestos por la ley y sin lesionar el derecho a la legítima defensa», advirtió Pociello.
Y aseguró que «el compromiso se mantiene incólume pues la investigación continuará y deberá imprimírsele mayor celeridad».