La ciudad misionera de Oberá alberga desde hace más de un siglo a unas 15 comunidades de origen extranjero, quienes desde este viernes celebrarán la pre Fiesta del Inmigrante, un ensayo para su gran festejo de 10 días en septiembre, que ya llena de alegría y actividades a la llamada Capital del Monte.
La música, gastronomía y los bailes llegados de diversas partes del mundo se hacen presentes y combinan en esta urbe rodeada de monte, arroyos y cascadas, mientras se espera el Día del Inmigrante, o quizás para no tener que esperar al 7 de septiembre para empezar el festejo.
En esa celebración, una multitud invade esta ciudad, la segunda más poblada de la provincia, con 100.000 habitantes, que cuenta en el medio de su trazado con un Parque de las Colectividades donde cerca de 15 grupos de pioneros tienen su stand permanente.
Allí se mantiene la memoria de cómo esos extranjeros llegaron al país, se metieron en el monte y se pusieron a trabajar para hacer realidad sus sueños y conformaron la sociedad multiétnica que caracteriza a Misiones.
La naturaleza fue generosa con los que se animaron a la aventura y pudieron instalarse cerca de bellísimas cascadas, a 280 kilómetros de las Cataratas del Iguazú y a un centenar de Posadas, y no muy lejos de los Saltos del Moconá y la Reserva Natural Yavotí.
La directora de Turismo de Oberá, Daniela Krieger, indicó que en el casco urbano arranca «el Camino de las aguas, que llega hasta los saltos del Moconá por la ruta costera y, al volver, pasa por el Salto Encantado, a unos 60 kilómetros de aquí».
«Al lado de la ciudad -dijo- a ocho kilómetros, tenemos el Salto Berrondo que cuenta con un camping que, junto a otros de la periferia, complementan las 1.300 plazas que tenemos entre hoteles de distinta categoría, cabañas, posadas y hostels, donde se pueden alojar los turistas».
Sobre la Fiesta del Inmigrante, que se extenderá del 7 al 17 de septiembre, comentó que «tiene gran convocatoria de visitantes del resto del Mercosur, por los parentescos de origen, a lo que se suma los que vienen de otras provincias de la región o del conurbano».
En la pre fiesta, se realizará hasta el domingo un festival de selección de los grupos que van a participar del recital final junto a los artistas consagrados de la provincia y de todo el país.
Pero no sólo el arte está presente, sino que desde ya aparecen los platos típicos de cada uno, que van del shawarma al chucrut, pasando por la feijoada, el pulpo a la gallega y el fondue de chocolate, porque en Oberá hay comunidades alemana, sirio libanesa, ucraniana, española e italiana, entre otras.
Para la fiesta, que se realiza desde 1980 cuando distintas familias se reunieron a compartir sus comidas típicas, llegan artistas de todo el país.
No obstante, la ciudad tiene festejos todo el año, como la Feria Provincial del Libro, el Festival Internacional de Cine de Oberá, la carrera de Super TC 2000 y el Encuentro Nacional de Damas Luteranas.
Oberá se engalana para el comienzo de la Fiesta del Inmigrante, que arranca con la llegada de las carrozas de cada colectividad, que recuerdan el arribo de los pioneros, que pasan frente a la gran cantidad de templos religiosos del lugar, como los de las colectividades católicas, protestantes, ortodoxa rusa y del rito bizantino ucraniano.
En los alrededores, además del Salto Berrondo y el Encantado, están las caídas de agua de Pacá y las cascadas de Campo Ramón y de Krysuk, en el barrio de Guaraní, dentro del casco de la ciudad cabecera de las Sierras Centrales de Misiones.
También cuenta con árboles milenarios -como en el Parque Nacional los Alerces- como su grapia de la zona de Campo Ramón, mientras que en Campo Viera hay plantaciones de té que se pueden visitar y hacer un alto para practicar la pesca del «pesque y pague», que garantiza la frescura del pescado que se va a comer.
Oberá, además de ser un gran centro comercial, cuenta con universidad propia donde se forjan jóvenes del departamento y de regiones vecinas, y cuenta con el Museo Facultad de Artes y Diseño, que se puede visitar durante todo el año.