La Organización Panamericana de la Salud (OPS) advirtió que la creciente resistencia microbinana a los medicamentos requiere ser abordada con “una mirada especial” en Latinoamérica, donde el número de personas afectadas por enfermedades crónicas está en aumento.
La doctora Pilar Ramón Pardo, asesora en resistencia antimicrobiana, prevención y control de enfermedades transmisibles en la OPS, aseguró a EFE que en la región se ve un aumento de las enfermedades crónicas, lo que trae consigo una mayor vulnerabilidad a las bacterias más evolucionadas.
«Uno de los temas más preocupantes es que en Latinoamérica estamos asistiendo a la transición epidemiológica, eso significa que cada vez hay más carga de enfermedad por enfermedades crónicas: diabetes, hipertensión, obesidad, y estas personas son aquellas que van a tener un mayor riesgo de infectarse por patógenos resistentes», señaló.
En este sentido, Ramón Pardo señaló que en Latinoamérica se debe tener una «mirada especial» con estas poblaciones, en relación al informe publicado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) que revela una falta de antibióticos para combatir la creciente resistencia a los antimicrobianos por parte de los microorganismos.
«Vemos que la resistencia a los antimicrobianos fue incrementándose en los últimos años casi de manera exponencial y ahora mismo hay bacterias para las que no existe un tratamiento efectivo, es decir, se utilizan combinaciones de antibióticos pero realmente no hay tratamiento efectivo», afirmó.
Ramón Pardo explicó que la evolución de las bacterias se da más rápido que la de los seres humanos y que este es un factor natural.
Por lo tanto, las bacterias se vuelven resistentes a los antibióticos y estos ya no tienen el efecto letal requerido.
Una de las enfermedades que requiere investigación para generar nuevas curas es la tuberculosis -una enfermedad con altos índices en países como Brasil, Perú y República Dominicana-, así como también la gonorrea, que «en los últimos cinco o seis años desarrolló una resistencia a la última posibilidad de tratamiento».
Otro tipo son las infecciones que se reproducen en los hospitales debido a que los pacientes allí alojados están más débiles (ya sean ancianos, niños o personas sometidas a tratamientos agresivos) y allí se producen patógenos resistentes por la amplia utilización de antibióticos.
«Los hospitales son el medio en el que se han dado los patógenos más multirresistentes, que tienen más potencial de hacer daño a los seres humanos», sostuvo Ramón Pardo, quien estuvo en Montevideo para participar de la Red Latinoamericana de Vigilancia de la Resistencia a los Antimicrobianos, que se desarrolló entre el 28 y el 30 de noviembre.
En cuanto a Latinoamérica, explicó que en relación a los patógenos resistentes no existe una diferencia respecto a otras regiones como Europa o Asia pero que sí cuenta con la ventaja de tener una red de laboratorios de salud pública capaces de detectar lo que circula en cada uno de los países.
«El problema es global pero no afecta a todo el mundo igual. Es decir, las personas que están más vulnerables, los niños menores de dos años, los ancianos, los pacientes con enfermedades crónicas, son los que van a sufrir directamente las consecuencias de la resistencia a los antimicrobianos», explicó Ramón Pardo.
En este aspecto, la OMS desarrolló una plataforma para producir investigaciones en búsqueda de generar nuevos antibióticos que sean efectivos a las enfermedades financiada por Estados europeos, principalmente por Alemania.