El jefe de Gabinete de Ministros, Marcos Peña, aseguró que el presidente Mauricio Macri y la diputada nacional Elisa Carrió “son puntales de un proyecto de cambio en Argentina”, y consideró que el kirchnerismo dejó “montada una red de protección” para impedir que se avance en las investigaciones por corrupción.
“Tanto el presidente (Mauricio Macri) y (Elisa) Carrió son puntales de un proyecto que está cambiando Argentina, Puede haber puntos de vista encontrados y no se puede estar de acuerdo siempre. Las cosas se conversan y se dialogan, pero el objetivo de transformación es el mismo entre todos los dirigentes que integran el oficialismo”, señaló Peña en declaraciones a la señal televisiva TN.
En cuanto a las denuncias sobre «espionaje político» formuladas la semana pasada por Carrió contra la subdirectora de la AFI, Silvia Majdalani, el jefe de Gabinete aseveró que «se trata de una práctica que el Gobierno no avala», al tiempo que recordó la existencia de «una investigación interna sobre ese tema».
El funcionario se refirió también al caso de la empresa brasileña de construcción Oderbrecht, que admitió haber pagado sobornos en Argentina para la obtención de obras públicas, y reiteró que “el Gobierno quiere que se sepa toda la verdad” sobre el caso.
“Queremos que se sepa todo sobre ese tema, pero si hubo coimas se pagaron a los funcionarios, más allá de que pudo haber alguna empresa implicada. La Procuradora (Alejandra) Gils Carbó es una militante del gobierno anterior y ella impide que sepamos qué pasó con Oderbrecht en Argentina. Si las causas de corrupción no avanzan más es porque el kirchnerismo montó una red de protección”, observó.
Peña sostuvo que la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner “representa el pasado y es una expresión minoritaria de una Argentina que la mayoría quieren dejar atrás”.
“Cristina representa el pasado y la mayoría de los argentinos quieren mirar hacia adelante. En términos electorales tiene un piso alto, pero un techo bajo. Es como (Carlos) Menem en 2003”, apuntó.
En otro orden, Peña afirmó que con la designación de Jorge Faurie como canciller en lugar de la renunciante Susana Malcorra, el Gobierno buscó nombrar “un funcionario de carrera que prestigie el servicio diplomático”.
“Se trata de un hombre que más allá de sus vinculaciones políticas trabajó por la democracia y lo hizo con todos los gobiernos. Lo que buscamos es prestigiar el servicio diplomático con la designación de un funcionario de carrera como canciller. Es una forma de prestigiar el Estado”, subrayó.