El jefe de Gabinete, Marcos Peña, rechazó este miércoles el pedido del kircherismo de rearmar el Presupuesto 2019 que promueve el Gobierno, al afirmar que ese proyecto «tiene la coherencia, y los valores correctos para encarar un camino hacia el equilibrio fiscal», al exponer en la sesión informativa de la Cámara de Diputados.

Peña respondió allí a una catarata de discursos pronunciados por 15 diputados del Frente para la Victoria, que mezclaron preguntas con duras críticas a la política económica y social del Gobierno, a la vez que señalaron que el oficialismo debe retirar la iniciativa y rearmarla en base a «otras variables macroeconómicas».

En ese contexto, Peña dijo: «Ratificamos el Presupuesto enviado porque tiene la coherencia y los valores correctos para encarar el camino hacia el equilibrio fiscal, que nos va a permitir reducir la vulnerabilidad hacia el financiamiento externo, que se planteó en estos tres años como una preocupación».

«Este Presupuesto reduce los desequilibrios que existían cuando recibimos el Gobierno en 2015», agregó.

El diputado y ex ministro de Economía Axel Kicillof reclamó al Gobierno que «rehaga este Presupuesto porque es un dibujo y está muerto, no solo porque lo acordaron con el FMI sino porque va en contra de los intereses del pueblo».

«El año pasado nos hicieron votar un Presupuesto que estimaba una inflación del 10 por ciento, pero a los pocos ideas lo cambiaron para subirla a 15, y ahora está cerca del 45 por ciento», agregó.

También expusieron sus críticas, entre otros diputados, el presidente del PJ, José Luis Gioja, el ex intendente Fernando Espinoza, y el sindicalista Hugo Yasky.

Peña resaltó el acuerdo logrado con los gobernadores para reformular el pacto fiscal, con la denominada «adenda» al afirmar que es «positivo para entender desde la responsabilidad la búsqueda de un mayor federalismo fiscal».

Valoró que se discuta el Presupuesto «de manera civilizada, ya que hay un marco para dar los debates necesarios» y destacó que el gasto social «representa el 77 % del gasto primario, mientras en 2015 era del 65%».

En las respuestas que brindó al kircherismo, Peña defendió el sistema de flotación del dólar que «nos permitirá cuidar el empleo ya que entendemos que el costo sería superior si negáramos la realidad».