«Payabuelo» se llama el nuevo espectáculo del payaso cordobés Piñón Fijo, donde se presenta junto a sus hijos Sol y Jeremías para cumplir con el ritual de los juegos y las canciones sobre el escenario, que desde hace 28 años convoca a distintas generaciones y que tras estrenarse el próximo fin de semana en Córdoba, podrá verse desde el sábado 15 y el domingo 16 y durante las vacaciones de invierno, en la sala porteña del Metropolitan.

Fabián Gómez, actor y cantautor, conocido como Piñon Fijo, se autodefine como «un artista callejero» y como alguien que se emociona cuando sus otrora pequeños fans, hoy ya llevan a sus hijos al teatro para continuar disfrutando de una propuesta bien lúdica, realizada a partir de las interacciones, las canciones y el movimiento.

Los orígenes de Piñón se remontan a sus días como payaso ambulante por distintas ciudades cordobesas más allá de su Deán Funes natal, trabajando a la gorra, antes de aterrizar en Buenos Aires en 2003, y ese camino de casi tres décadas incluye compartir tablas con sus hijos Sol, cantante y mamá de Luna nacida a fines de septiembre del año pasado y primera nieta de del «Payabuelo», y Jeremías, baterista y egresado de la carrera de cine.

El artista, en cálida charla donde su tonada inconfundible se funde junto a cierto aire pícaro en el decir, se encarga de aclarar que, al igual que sucedía cuando sus hijos eran chicos, «la bebé también puede llegar a participar de los shows, sí y sólo sí tiene ganas».

-¿Le cuesta convivir con la intensa energía de los chicos según pasan los años?

Piñon Fijo: Resulta más difícil lidiar con lo grandes (risas), es un chiste. Pasa que los adultos no delegan el tema del cuidado durante las funciones. Soy un payaso de calle y aún conservo cierta postal de cuando trabajaba como artista callejero y, por ejemplo, veía las funciones de algunos espectáculos en las ferias artesanales, donde los padres dejaban a los chicos sentados frente a los títeres o lo que fuera, y ellos «aprovechaban» para dar una vuelta por el lugar. Por suerte, en los shows los grandes se ponen tan participativos, se arma una complicidad propia de un recital que les digo, “no olvidemos que vinieron a traer a los pequeños”.

– ¿Cómo articula lo artesanal de su propuesta con la fuerte presencia en las redes sociales?

PF: No me rebelo contra la tecnología, las redes me parecen un medio para desplegar la creatividad; por ejemplo, cuando Jeremías hizo una encuesta vía redes para elegir el nombre de mi nieta, no dimensioné el grado de aceptación que efectivamente llegó a tener. Luna, el nombre de la beba resultó el más votado. Soy un abuelo inquieto y sumo técnica también a los espectáculos, empleamos recursos casi de DJ para subrayar la intensidad de los sonidos, metemos leds y pantallas pero si falta la esencia del juego, entonces el show se pierde.

– ¿Alguna anécdota para destacar en tantos años de giras?

PF: Son tantas…Recuerdo una función cuando casi sobre el final del espectáculo, se cortó la luz en toda la ciudad de Posadas justo al momento de empezar con el «Chu Chu Ua», y lo canté con un megáfono, mientras los adultos iluminaban el escenario con los celulares; en otra ocasión, en Río Cuarto, Córdoba, vino un ventarrón gigante que voló hasta los techos y nos quedamos sin ningún soporte técnico, finalmente emprendí el show trabajando como mimo, a puro gesto porque no se escuchaba nada, e igual nos divertimos.

– ¿Eligió estar en la televisión abierta sólo los fines de semana?

PF: No. Se trata de una decisión unilateral, estamos sólo sábados y domingos por la mañana. En este momento la coyuntura no es muy favorable a los programas para niños y todo se mueve mediante «tendencias»: Existió una especie de oleada de envíos infantiles algo impulsada por la Ley de Medios, ahora la propensión marca que haya menos propuestas así. Por eso, destino bastante energía en alimentar mi canal de youtube, ya que ante las cosas que uno no domina… Prefiero ocuparme de lo que sí puedo manejar.

– Su álbum «Piñón Fijo en familia» lanzado de manera gratuita en 2016 tuvo más de 200.000 descargas…

PF: Este año fuimos nominados por Capif para el premio Gardel a la música infantil, que ganó la querida Mariana Baraj. De todos modos, fue una nominación particular porque la realiza la industria de la música y nuestro disco estuvo por fuera de esa producción, gratis, a disposición del público. En el caso del Martín Fierro, fuimos nominados, Panam merecidamente lo ganó y aquí también se dio otra particularidad: Nosotros fuimos nominados en Capital, por un programa cuyo contenido es generado en el interior del interior de la provincia: a veces desde un rincón de casa y en otras ocasiones en teatros olvidados que luchan por no desaparecer. ¡Lo vivimos como si hubiéramos ganado una distinción de oro!

– ¿Cuáles son sus referencias musicales?

PF: Variadas, de distintos ámbitos: Rubén Blades, la salsa, Rubén Rada, Jaime Ross y las trovas tanto – -¿Piensa que los espectáculos para chicos precisan dejar un mensaje?

PF: Me parece pretencioso, con que logren divertirse en familia y esa espontaneidad sirva como disparador para que los padres puedan seguir con su tarea de educar, quedo más que satisfecho.

Las funciones de «Payabuelo» se realizarán los próximos sábado y domingo en el Quality Espacio, de la calle Cruz Roja Argentina 200, en la ciudad de Córdoba, a las 15.30 y a las 18.

Luego comenzarán en el porteño Metropolitan, de avenida Corrientes 1343: el sábado 15 y el domingo 16 de este mes, a las 14.30 y a las 16.30.

En las vacaciones de invierno, se mantiene el horario de fin de semana y se suman shows, de martes a viernes, a las 15.30.