Los municipios de la provincia de Buenos Aires dejarán de cobrar $ 3.200 millones a raíz de la eliminación del denominado «Fondo Sojero», y ya este año sufrirán un recorte de $ 700 millones que ya tenían incorporados a sus presupuestos para la realización de obras públicas.

La eliminación del Fondo Federal Solidario, anunciado hoy por el Ministro de Hacienda Nicolás Dujovne, generará un efecto cascada que comenzará por las provincias y luego llegará a los municipios, que por ley recibían un porcentaje del dinero que debían destinar exclusivamente a la realización de obras de infraestructura.

Para el caso de Buenos Aires, la administración de María Eugenia Vidal dejará de recibir unos $ 7.750 millones entre lo que resta del año y todo 2019: $ 1.850 millones en el actual ejercicio y $ 5.900 millones el año próximo.

El efecto en los municipios será proporcional: según cálculos preliminares, este año dejarán de recibir $ 700 millones, mientras que se espera que el año próximo el impacto sea de $ 2.500 millones.

El cálculo es provisional, y dependerá de la letra fina del DNU que el Gobierno publicará en las próximas horas. También los montos podrían variar si hay cambios bruscos en el mercado granario: por caso, un aumento del dólar o un incremento o descenso del precio de la soja.

De todos modos, el Gobierno informó cifras oficiales de lo que Nación se ahorrará con la medida: $ 8.500 millones para 2018 y $ 26.500 millones para 2019, si se mantienen la variables macroeconómicas.

De concretarse estos números, el impacto en las comunas será grande, y podría impactar sobre obras que los intendentes ya tenían presupuestadas o en marcha, dado que ese dinero que llega a «cuentagotas» estaba previsto en los números que trazaron para este año. Por ejemplo, este año el municipio de Necochea tenía estipulado recibir $ 13,5 millones; Azul y Chivilcoy $12 millones; Mar del Plata $ 37 millones; La Matanza $ 130 millones y San Nicolás unos $ 9 millones.

En julio, la administración de María Eugenia Vidal recibió $690 millones del fondo sojero, un 22% del total que se repartió entre las provincias. Las únicas que no sentirán el impacto son La Pampa y San Luis, quienes no recibían fondos por no haber adherido al Pacto Fiscal.