La siembra de soja y maíz se redujo a la mitad en el partido bonaerense de General Villegas, donde 60 por ciento de su superficie está afectada por las inundaciones desde hace 20 meses, lo que también motivó que no se pudiera sembrar trigo y cerraran 58 tambos, informó el INTA de esa localidad del norte provincial.
El año pasado en General Villegas, con un promedio anual de precipitaciones de 887 milímetros, cayeron 1.231 milímetros y este año, tan sólo en los primeros seis meses del año ya llovieron 693 milímetros, a lo que se suma el ingreso de agua proveniente de Córdoba, Santa Fe y La Pampa, también afectadas por intensas lluvias desde hace meses.
Según el último relevamiento del INTA Villegas, las imágenes satelitales muestran que de las 725.000 hectáreas que tiene el distrito hay 152.451 hectáreas inundadas.
«La totalidad de superficie afectada es significativamente mayor, ya que las imágenes satelitales no incluyen el anegamiento de superficie con agua cubierta por vegetación ni la falta de piso», según el informe.
El presidente de la Sociedad Rural de General Villegas, Pierre Courreges, explicó a Télam que «en esas poco más de 150 mil hectáreas casi se puede nadar; pero hay un 30 y pico por ciento más de hectáreas, que están encharcadas, y con las napas altas, casi al ras está el 100 por ciento del partido».
«En General Villegas se necesitaría una primavera con lluvias de moderadas a bajas para que podamos pensar en una siembra en noviembre y diciembre, con calor y evaporación, de lo contrario tendremos un fin de año pobre en Villegas», sostuvo.
Courreges destacó que «trigo se sembró muy poco, sólo el 10 por cieno de lo que se sembraba habitualmente, y eso restringe la economía»
El INTA de General Villegas estimó que «unas 50 mil hectáreas de trigo no fueron sembradas, y tomando como rendimiento promedio 3.800 kg/ has, no se producirán 190 mil toneladas de trigo que, con un precio de 170 dólares la tonelada representan un bruto de 32.300.000 de dólares que no se obtendrán».
El informe explica que esas 50 mil hectáreas de trigo suponen un costo de implantación de 250 dólares la hectárea, es decir que 12.500.000 de dólares no fueron invertidos, con el consiguiente impacto sobre la economía local, como fletes, insumos, trabajo de contratistas que no se necesitaron».
Con respecto a la soja, el INTA precisó que mientras en la campana 2015-2016, se sembraron 352.700 hectáreas, con un rendimiento de 3.281 kg/ha, obteniendo una producción de 1.146.880 toneladas, la situación hídrica motivó que en la campaña 2016-2017, la superficie sembrada se redujera a 236.309 hectáreas, con un rendimiento de 2.681 kg/ha y una producción de 633.544 toneladas.
Mientras en la campaña de 2015-2016 se utilizaron 38.229 camiones, en la campaña 2016-2017, solo se utilizaron 21.118, unos 17.111 camiones menos.
Con respecto al maíz, el INTA precisó que se trata del segundo cultivo en superficie y habiéndose cosechado los cultivos de siembra temprana se obtuvieron rendimientos promedio del orden de 9.000 kilos, algo inferior a los 9.600 kg obtenidos en la campaña anterior.
La producción láctea en el partido, que integra la cuenca lechera de la provincia, se vio severamente afectada por las inundaciones que padece el partido y de 143 tambos que había en el 2015, hoy quedan 85 tambos, es decir que «unos 58 cerraron que vendieron y / o trasladaron las vacas a otras regiones»
«De casi 24 mil vacas adultas que había en el 2015, se pasó a 15.0000 cabezas en el 2015, lo que significa una reducción del 36 por ciento en la cantidad de vacas», precisó el INTA.
Por último, detalló que «la producción se ha reducido en 161.061 litros diarios y asignado un precio de 0,33 dólares el litro, representa un total de 1.594.504 dólares mensuales menos de valor de esta producción local».