La predisposición a la «guerra» para defender el territorio, existente en los chimpancés y ausentes en los bonobos, explica por qué los primeros tienden a aliarse con ejemplares de su mismo sexo, mientras que los segundos, independientemente del género, prefieren asociarse con las hembras.
El Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva publicó los resultados de un estudio realizado por Martin Surbeck y su equipo a partir de los datos obtenidos de la observación de cinco comunidades chimpancé y dos comunidades bonobo en cinco lugares diferentes en Costa de Marfil, Uganda y la República Democrática del Congo.
«Nuestros resultados muestran cómo la guerra podría tener un impacto fundamental en las estructuras de una determinada sociedad», resume Surbeck.
Aunque los bonobos y los chimpancés se parecen en muchos aspectos al existir una relación genética muy estrecha entre ambas especies, difieren en puntos importantes de su comportamiento, señala el comunicado.
«Mientras los machos chimpancé son altamente territoriales, con encuentros intergrupales hostiles y a veces letales, los bonobo se relacionan más bien pacíficamente con otros grupos y no ejercen violencia letal durante sus encuentros», explica Surbeck.
Los científicos determinaron que esta diferencia entre ambas especies es determinante también a la hora de elegir con qué sexo asociarse.
«Todas las comunidades chimpancé están sexualmente segregadas, es decir, que machos y hembras se asocian más con ejemplares de su mismo sexo», mientras que los bonobos macho «no prefieren asociarse con otros machos» y ambos sexos se alían preferentemente con las hembras, precisa Surbeck.
Los machos chimpancé necesitan cooperar con otros machos cuando se trata de actividades como la patrulla de fronteras, la defensa del territorio o la caza conjunta.
En tanto, los machos bonobo, menos territoriales, se asocian principalmente con hembras, especialmente con sus madres, para resolver conflictos con otros machos dentro de su comunidad y para aumentar el éxito de sus procesos de apareamiento.
En tanto, las hembras de ambas especies cooperan entre ellas cuando de lo que se trata es de criar a su descendencia.