Con la mirada puesta tanto en niños como en adultos comenzará mañana en la ciudad de Buenos Aires el Filbita, el festival de literatura infantil que hasta el domingo intentará dilucidar, mediante talleres, lecturas, charlas y juegos propuestos por más de 60 escritores, ilustradores y mediadores de cuatro países, qué es lo que entendemos por libro, lectura, literatura e infancia.
Se trata de la 8° edición del encuentro, que este año tendrá como eje la identidad, literaria y personal, que construimos desde nuestras primeras lecturas: cómo nos vemos, cómo nos ven quienes nos ven, qué textos nos transformaros en eso que creemos que somos, son algunos de los temas que tocarán autores como la francesa Marjorie Pourchet, el español Raúl Guridi o los argentinos Daniel Link y Félix Bruzzone.
«Un punto de mira no implica que todas las actividades estén atravesadas por eso -dice a Télam Luján Picabea, una de las organizadoras-. Tomamos la identidad en relación con la literatura, pensando el modo en que la lectura en los primeros años de vida va construyendo una forma de narrarse a uno mismo».
«Cuando un niño entra en contacto con una ficción, aparece un hilo que no está en lo cotidiano, el lenguaje diario es más fragmentado, surge una música, un ritmo, una historia que ordena y resuelve de otras maneras», destaca Picabea sobre el encuentro que tiene entre sus invitados a la chilena Paloma Valdivia y voces claves del género como la escritora Paula Bombara o la narradora Ana Padovani.
«La literatura en la infancia organiza la información para poder contar, para dar cuenta, del otro y de uno mismo. Esas narrativas aparecen en los arrullos, en los versos y canciones de los primeros juegos», señala Picabea, por eso, tan importante como la atención que se dará a los adultos será la concedida a los jóvenes lectores, con recitales como el de Mariana Cincunegui que cierra el festival, o tardes experimentales de dibujo y poesía.
«Todos somos lectores y posibles mediadores, el punto es hacer consciente ese doble rol, cuando se le acerca un libro a un niño se están tomando una cantidad de decisiones que pueden fallar y ahí se discute qué entendemos por libro, por lectura, por literatura y por infancia», explica la periodista y escritora.
Los convites para adultos -docentes, bibliotecarios e interesados varios- se concentrarán mañana y el viernes en la Alianza Francesa de la avenida Córdoba 946 (CABA).
Habrá mesas para repensar qué significó para cada quien la lectura, por ejemplo, como en la que participará Link, autor de «La lectura, una vida» (Ampersand), quien anticipó que fueron «El principito», el primero, y algún cuento de Borges, «Biografía de Tadeo Isidoro Cruz», los que cambiaron definitivamente su forma de leer.
Las propuestas -más de 40, totalmente gratuitas, que no se suspenden por lluvia- incluyen el peculiar segmento de autobiografías apócrifas: allí Bruzzone, entre otros autores, leerá «cosas que fueron apareciendo».
El fin de semana estará destinado a los pequeños lectores y familias: el 24 la actividad será en el cheLA, en Iguazú 451; y el 25 en la Chacra de los Remedios, situada en avenida Directorio y Lacarra, donde los extranjeros, todos autores integrales, ilustradores que en muchos casos escribieron también sus libros, trabajarán con los niños.
El sevillano Guridi los invitará a ilustrar en «Qué bien me la paso dibujando», Valdivia trabajará sobre su último libro, «Nosotros», que reflexiona sobre cómo vemos que nos ven. Y Pourchet ilustrará en vivo una poesía inédita de Valeria Tentoni.
La programación completa puede consultarse en www.filba.org.ar/filbita