La Cámara de Casación Penal de Jujuy revocó la absolución dictada por el Tribunal Criminal 2 a la dirigente social Milagro Sala, en el pasado mes de diciembre, en el marco del juicio por supuestas amenazas telefónicas a policías en 2014, informaron hoy fuentes judiciales.
Los jueces Cristian Guillermo Torres, Rodolfo Miguel Fernández e Isidoro Arzud Cruz -habilitado-, hicieron lugar a un recurso de casación presentado por la fiscalía y declararon a la líder de la Tupac Amaru, como autora penalmente responsable del delito de amenazas, por dos hechos en concurso real y la condenaron a la pena de tres años y dos meses de prisión.
Para el juez Torres, “la sentencia recurrida tiene por objeto la existencia y autoría de dos hechos diferenciados de amenazas”, al detallar que el primero fue al oficial, Rubén Eduardo Vázquez, de la Comisaria Seccional Nº 56, dependiente de la Unidad Regional Nº 7 de la Policía de la provincia de Jujuy; y un segundo hecho, a la Comisario, Ángela Silvina Cabero.
“La imputada obró con dolo directo, puesto que no solo tenía pleno conocimiento de las llamadas, del contenido amenazante del mensaje y de las personas a quienes se dirigían las mismas, sino que lo hizo con la voluntad de actuar en ese sentido”, sostuvo el magistrado.
Milagro Sala, quien cumple prisión domiciliaria por distintas causas en su casa del barrio Cuyaya de la capital jujeña, fue absuelta el pasado 7 de diciembre en esa causa durante el debate oral y público que encabezó el TOC 2, por la aplicación del principio ‘in dubio pro reo’, del artículo 431 del Código procesal penal de la provincia.
Los hechos juzgados se desencadenaron en octubre de 2014, cuando María Belén Vargas denunció que otra mujer vendía ropa interior robada a su madre en una feria de la capital jujeña, pero fue ella la que quedó detenida.
A pedido de la madre de Vargas intercedió Milagro Sala para que la liberaran, oportunidad en que, según denunció la comisaria Ángela Cabero con el patrocinio de abogados allegados a Morales, la amenazó telefónicamente con «hacer volar la comisaría».