El papa Francisco fue acusado a través de una carta publicada hoy, firmada por 62 sacerdotes y laicos estudiosos tradicionalistas, de haber facilitado «siete posiciones heréticas» en la exhortación apostólica Amoris Laetitia («la alegría del amor», en latín) referidas al matrimonio, la vida moral y la inserción de los sacramentos.
La misiva, de 25 páginas, había sido enviada al pontífice el 11 de agosto último y, «dado que no hubo respuesta del Santo Padre, se hace pública hoy 24 de septiembre», dijeron los firmantes, entre ellos Ettore Gotti Tedeschi, ex presidente del IOR, el Banco del Vaticano.
Según Tedeschi, el documento es «un acto devoto, una invitación a la reflexión». «Es una súplica escrita por teólogos, no habla de herejías. Sea claro: yo no acuso al Papa de herejía sino dice que indirectamente podría facilitar la herejía. Sea clara, yo no acuso al Papa, lo quiero», dijo Tedeschi a la agencia ANSA.
«Estoy a favor de la Iglesia y del Papa, y no me alejaré nunca ni de la Iglesia ni del Papa. El documento es un acto devoto, una invitación a la reflexión», agregó el ex banquero.
Titulada en latín «Correctio filialis de haeresibus propagatis (Corrección filial en razón de la propagación de
herejías)», los firmantes sostienen que el Papa, en la exhortación y a través de otras palabras, actos y omisiones ligadas a ella «sostuvo siete posiciones heréticas, relacionadas al matrimonio, la vida moral y la inserción de los sacramentos, y causó la difusión de estas opiniones heréticas en la Iglesia Católica».
Estas personas, parte del ala ultraconservadora de la Iglesia, destacan el hecho de que «directa o indirectamente, el Papa permitió que se creyera que la obediencia a la Ley de Dios pueda ser imposible o indeseable y que la Iglesia debería aceptar el adulterio en cuanto compatible con el ser católicos practicantes».
El documento había sido firmado inicialmente por 40 personas y luego se fueron sumando otras hasta alcanzar 62 rúbricas, pero los promotores dejaron abierta la adhesión de cara al futuro.
«Soy marginal en este asunto. Se me presentó el documento y se me pidió firmarlo, conozco a las personas que tomaron la iniciativa, los tengo en gran estima», aclaró el expresidente del IOR.
Entre las firmas está la del jefe de los lefevrianos, monseñor Bernard Fellay, pero ningún cardenal.
«Los cardenales no debían firmar, están dentro de la Iglesia, y algunos habían ya expresado sus dudas», afirmó Tedeschi.
El hecho que los tradicionalistas evalúen la posibilidad de una «corrección» al Papa por las novedades introducidas sobre el matrimonio en Amoris Laetitia había sido ventilada en los meses últimos.
Quien habló explícitamente fue uno de los cardenales de los llamados «dubia», Raymond Leo Burke, pero no forma parte de los firmantes de la misiva difundida hoy.