En coincidencia con el centenario de la Revolución Rusa, aparecerá por primera vez en español la biografía de Josef Stalin escrita por su adversario ideológico León Trotsky en su exilio en México, obra que pudo haber acelerado su asesinato en 1940 a manos de Ramón Mercader, por orden del líder soviético.
El asesinato de Trotsky, fundador del Ejército Rojo, fue la culminación de su enemistad con Stalin, que lo persiguió por diversos países. La biografía salió a la luz incompleta en 1946 y ahora, tras ser depurada y completada con material de archivo por el británico Alan Woods, se publica en español.
Rescatar esta obra inconclusa tomó una década a Woods, filólogo ruso y renombrado teórico marxista. En 2003 halló material de Trotsky disperso en cajas depositadas en los archivos de la Universidad de Harvard, adonde el líder revolucionario lo había enviado: recortes, pruebas, investigaciones, anotaciones del puño y letra de su creador.
La obra será presentada el sábado próximo en un grueso volumen de casi un millar de páginas en la vivienda mexicana donde fue escrita, a cien años de la revolución que confrontó a los personajes clave de esta historia, reseñó la agencia de noticias DPA.
En esta obra, editada en español por Fontamara y publicada antes en inglés e italiano, Trotsky describió la personalidad de Stalin como la de «un niño abusado, hijo de un zapatero alcohólico», que con el tiempo llegaría a liderar la Unión Soviética e impondría un régimen de terror.
Lev Davídovich Bronstein (Trotsky) llegó a México en 1937 por mediación del muralista Diego Rivera. Tuvo que dejar su natal Rusia, pero jamás pudo deshacerse del odio que le tenía a Stalin, retratado en este libro como «un hombre mediocre», además de «sádico, violento y vengativo».
En su obra, Trotsky niega albergar él mismo un sentimiento hacia su ejecutor. «En ciertos círculos se ha dicho y escrito mucho sobre mi supuesto odio a Stalin, que al parecer me llena de juicios sombríos y problemáticos», escribió.
Y continúa: «Sólo puedo encogerme de hombros en respuesta a todo eso. Nuestros caminos se han dividido hace ya tanto tiempo, que cualquier relación personal que hubiera entre nosotros hace ya mucho se ha extinguido por completo».
Con gran rigor, Trotsky se dio a la tarea de recabar información de otros autores, personajes y documentos o escarbando entre sus propios recuerdos. Nunca la terminó. Al sentir la muerte cerca, envió gran parte del contenido a Estados Unidos para protegerla. En la biografía se relata la niñez de quien sería uno de los dictadores más sanguinarios del mundo: «Stalin se divertía en su casa de campo degollando ovejas… Caminaba por el bosque y continuamente se divertía disparando a los animales salvajes y asustando a la población local».
Esos detalles disgustaban al protagonista, que ordenó de inmediato la eliminación de su rival, coinciden Woods y Volkov. Espías como Robert Sheldon Harte, un joven estadounidense que era uno de los guardias de la casa, informaban a Stalin los avances.
Tras la muerte de Trotsky, en Estados Unidos se publicó una parte de la biografía, aunque nunca se vendió. Se temía enturbiar la buena relación entre Stalin y el presidente Franklin Delano Roosevelt.
En 1946 salió a la venta una edición distorsionada e intervenida. Charles Malamuth, quien tradujo una parte de la obra mientras Trotsky la creaba, fue el artífice del «atentado» literario. Eliminó pasajes completos e incluso contradijo el pensamiento trotskista.
«Como cualquier criminal, Stalin quería eliminar a los testigos y lo hizo. Asesinó a todos los dirigentes del partido bolchevique. La única voz disonante que quedaba era la de Trotsky en México, quien sabía muchas cosas de Stalin que no quería que se supieran», dijo Woods, que califica este nuevo libro como «una obra maestra del marxismo».