El ex presidente del Comité Nacional de la UCR, Ernesto Sanz, ya decidió no encarnar ninguna candidatura en 2019 y limitar a un «rol de consulta» su participación en la «mesa chica» del Gobierno, a la que retornó luego de estar poco mas de un año y medio alejado de la Casa Rosada.
Según pudo saber Télam, el mendocino descartó por «completo» jugar en las elecciones presidenciales del año próximo y mantiene su decisión de acotar su actividad política al rol de «asesor privilegiado» del presidente Mauricio Macri, ahora, como integrante de la Mesa de Coordinación» de Cambiemos.
«No voy a ser candidato a nada, ni ocuparé cargos en el Gobierno», avisó el ex senador nacional en una reunión privada que mantuvo días atrás con su entorno más íntimo, una determinación que también excluye ocupar posiciones en la estructura orgánica de la UCR, partido que presidió dos veces.
Sanz fue precandidato presidencial en dos oportunidades: en 2011 peleó con Ricardo Alfonsín, pero la mayoría partidaria se inclinó por el hijo del ex presidente; y en 2015 sus aspiraciones quedaron frustradas en una PASO, con el triunfo de Macri.
En el radicalismo toma fuerza la idea de exigirle al PRO ocupar la vicepresidencia para 2019 y la autoexclusión del ex senador (una de las piezas clave de la fundación de Cambiemos) deja el camino allanado a los correligionarios con intenciones de compartir con Macri una fórmula presidencial, una pretensión que el actual presidente del Comité Nacional de la UCR, Alfredo Cornejo, nunca confirmó ni descartó tener.
El miércoles, Sanz tuvo su primera aparición pública como integrante de la «Mesa de Coordinación» del Ejecutivo y posó para las fotos, en la residencia de Olivos, junto al titular de la Cámara Baja, Emilio Monzó, el jefe de Gabinete, Marcos Peña, y el ministro del Interior, Rogelio Frigerio. De ese encuentro también participó el gobernador de Jujuy, Gerardo Morales.
Hace una quincena de días, Macri decidió reconfigurar las mesas de decisiones del Gobierno con la incorporación de Fernando Sánchez (Coalición Cívica) y de Sanz en la de Coordinación, mientras que determinó que Monzó y Frigerio vuelvan a recuperar protagonismo en la Mesa Política.
A menos de una año de la asunción de Mauricio Macri a la Presidencia, Sanz -uno de los coofundadores de la alianza gobernante Cambiemos- se alejó de los salones de la Casa Rosada por diferencias con el jefe de Gabinete Marcos Peña, confiaron a Télam desde el entrono del mendocino.
El nuevo escenario que se abrió a partir de diciembre con la sanción de la reforma previsional, a la que se sumaron la discusión por las tarifas y la corrida cambiaria de la primera quincena de mayo, convencieron al Presidente de la necesidad reforzar al «ala política» del Gobierno y, en ese plan, volvió a pensar en Sanz.
«Cuando el enfermo esta sangrando hay que detener la hemorragia», fue las frase elegida cerca del ex senador para graficar cuáles fueron los motivos que empujaron al sanrafaelino a volver a ocupar un lugar en las instancias de decisiones de la administración de Macri.
«El duranbarbismo Pro y esta lógica del vamos por todo amarillo duró hasta diciembre. Desde la reforma previsional hasta acá hubo una disrupción en la coalición, que para el Presidente no pasó inadvertida», analizaron las fuentes.
Según pudo saber esta agencia, no estaba en los planes del mendocino volver a Buenos Aires pero un llamado del presidente Macri cambió sus planes.
En un viaje a Mendoza y en medio de las turbulencias con el dólar, Macri le pidió al gobernador de esa provincia y presidente del Comité Nacional, Cornejo, que «intercediera» ante Sanz para que el ex senador retornara al Gobierno, algo que el ex jefe de la UCR sintió como una «reivindicación interna».
Sanz se había sentido «destratado» por Cornejo y por buena parte de sus correligionarios, que lo acusaban de «cortarse solo». Ese fue otro de los motivos de su alejamiento y sigue siendo una de las razones por las que Sanz decidió mantener bajo perfil hasta ahora y permanecer la mayor cantidad de tiempo en Mendoza junto a su familia.
Con todo, y aunque en forma intermitente, Sanz participa del Grupo Olimpia, un «think tank» de análisis económico-técnico y acción política que se reúne mensualmente y que integran buena parte de los radicales cercanos al ex titular del Comité Nacional, entre ellos, Facundo Suárez Lastra, Jesús Rodríguez, Marcelo Stubrin, Lilia Puig de Stubrin, Karina Banfi, Maximiliano Abad y el jefe del bloque Cambiemos en la Cámara de Diputados, Mario Negri.
«La idea es aportarle al partido y a Cambiemos una visión sobre políticas públicas y al fortalecimiento institucional de la coalición», señaló a Télam una fuente del Grupo Olimpia, un espacio que -sostuvo- podría derivar en una línea interna del centenario partido.