Hoy se cumplen 25 años de la creación de la bandera de la provincia de Buenos Aires, cuyo modelo fue ideado por cinco jóvenes del municipio de Capitán Sarmiento, quienes ganaron un concurso realizado en todas las escuelas bonaerenses.
En el año 1995, durante la gobernación de Eduardo Duhalde, la Subsecretaría de Cultura convocó a un concurso para diseñar y elegir una bandera de la provincia de Buenos Aires que consolidara una identidad bonaerense y reforzara culturalmente al distrito.
Es que, de acuerdo a la dirigencia de aquella época, había una ausencia de identificación de los nacidos en el distrito más grande del país con sus raíces, por lo que se buscaba dar un primer paso para nutrir la cuestión identitaria a través de la creación de un símbolo propio.
El concurso, denominado Buscando la Bandera Bonaerense, fue llevado adelante por la Subsecretaría de Cultura de la provincia, a cargo de Luis Verdi.
«Hacía mucho que con Duhalde hablábamos de la importancia de la provincia en el conjunto del país y el serio problema que había en torno a la falta de identidad. Entonces nos propusimos revalorizar lo bonaerense y reforzar lo nuestro», contó el exfuncionario.
Sostuvo que «con la experiencia adquirida con los Torneos Juveniles Bonaerenses y el acompañamiento del sistema educativo, nos animamos a hacer un concurso en escuelas» y rememoró que se trató de «una movida grande, que estuvo acompañada por artistas plásticos, intelectuales y personas reconocidas de todos los municipios».
En ese marco, Verdi precisó que desde el gobierno se hizo hincapié «en que el diseño refleje el territorio riquísimo de la provincia, sus tradiciones, la producción industrial y el campo» y subrayó que «hubo una gran respuesta por parte de los jóvenes».
Participaron de aquella iniciativa un total de 270 mil alumnos de entre 12 y 18 años de escuelas de gestión pública y privada, que presentaron 81.525 diseños y, tras dos años de etapas eliminatorias -primero a nivel distrital y, luego, regional- quedaron elegidos 32.
Un jurado integrado por especialistas en diseño visual, profesores de historia, representantes de la Universidad Nacional de La Plata, legisladores y miembros de las entidades de la producción y del trabajo, seleccionó por último a cuatro proyectos finalistas.
El 20 de julio 1997 se llevó a cabo la votación final, mediante la habilitación de urnas en los ocho mil establecimientos educativos bonaerenses.
Con 1.411.840 votos (el 75%) fue elegido el modelo diseñado por Esteban Carrasco, Facundo Bailo, Carlos Ignacio Rossi, Matías Hiribarne y Fernando Barroso, de las escuelas de enseñanza media Mateo Gelicich y Domingo Faustino Sarmiento, ambas ubicadas en la municipalidad de Capitán Sarmiento.
En declaraciones a esta agencia, Rossi (41) -que es actualmente profesor de taekuondo y auxiliar de una escuela- recordó que cuando comenzó el concurso, a sus 16 años, él y sus cuatro amigos -todos de distintos colegios- decidieron participar «con el sueño de ganar la fase regional para poder viajar a Mar del Plata».
«Nos anotamos y empezamos a investigar otras banderas, a hacer dibujos. Nos propusimos plasmar algo que represente a toda la provincia, que es muy amplia. Queríamos lograr algo que englobe a todas las regiones, desde Patagones a San Nicolás, Mar del Plata y San Pedro», aseguró.
Así, puso de manifiesto que «las zonas son distintas, las costumbres son diferentes y las tradiciones también», por lo que «la propuesta era dibujar algo que nos represente a todos».
«Los cinco éramos patéticos dibujando a mano. Con paciencia y tiempo, fuimos puliendo el primer boceto. Antes de la rueda dentada, habíamos dibujado la mitad de un libro. Cambiamos y rotamos las imágenes, modificamos el lugar del sol y de los laureles y, finalmente, pasamos la etapa zonal», recordó.
Explicó que en la etapa regional fueron seleccionados 32 modelos y, asesorados por el personal de Cultura, en la ciudad de La Plata hicieron los retoques finales al diseño.
Así, el modelo triunfador consta de una forma rectangular, con dos fajas apaisadas de dimensiones iguales: la superior es azul, la inferior verde y entre ambas, una línea horizontal roja.
En el centro se exhibe un círculo compuesto por un sol naciente amarillo en el campo superior y, en el inferior, un girasol de cinco pétalos del mismo color, con su centro semicircular en rojo.
A la vez, como ornamentos exteriores al círculo, se destaca una media corona de laureles verdes en la faja superior que enmarca al sol y un medio engranaje azul de seis dientes que hace lo propio respecto del girasol.
«Cuando después de todo fuimos elegidos por el 75% de los votos, no lo podíamos creer. No tomábamos dimensión de que esa seria la bandera que ahora vemos en oficinas, en el banco y en las escuelas. Para mí, es un orgullo», dijo emocionado y señaló que como los «Belgrano» bonaerenses recibieron como premio un viaje a España por 10 días.
Así, mediante la Ley 11.997 el 12 de agosto se oficializó a esa insignia como la bonaerense y, desde entonces, el color verde representa la pujanza de los campos y llanuras de la provincia, donde históricamente se desarrollaron la agricultura y la ganadería.
El azul, en tanto, simboliza a los ríos bonaerenses, el Mar Argentino que baña sus costas y el cielo que la cubre. La línea roja da cuenta del federalismo argentino y el amarillo tiene que ver con la fecundidad de la producción.
En paralelo, el sol hace referencia al resplandor y el laurel a la gloria de la provincia de Buenos Aires. La rueda dentada es una alegoría de la producción industrial, mientras que la media flor de girasol lo es de la producción agropecuaria.
La bandera fue jurada el 14 de noviembre de 1997 en la Basílica de Luján. El día 20 de ese mes, en conmemoración a la Batalla de la Vuelta de Obligado, se declaró el «día de la bandera bonaerense» (Ley 12.384 de 1999).
Desde hace 25 años, la enseña bonaerense flamea junto a la celeste y blanca en las escuelas bonaerenses y despachos oficiales para ratificar la identidad de los nacidos en suelo provincial.