Un impresionante incendio consume en la noche del lunes a la catedral de Notre Dame de París, uno de los monumentos más emblemáticos de la capital francesa, que cada año es visitado por unas 13 millones de personas.

Las autoridades parisinas indicaron que toda la estructura que sostiene el techo del templo, donde se estaban realizando trabajos de restauración, «está siendo devorada por las llamas».

El siniestro provocó el derrumbe de la aguja de la torre principal y de la estructura completa del techo, ante la impotencia de los bomberos, que no logran llegar al epicentro del incendio.

El ministerio del Interior local reconoció que «no es seguro» que se pueda salvar la catedral. «No estamos seguros de poder frenar la propagación en la torre norte. Si esta se derrumba los dejo imaginar la magnitud de los daños», indicó el secretario de Estado del Interior Laurent Nuñez.

No obstante, el primer ministro, Edouard Philippe, aseguró que «los bomberos luchan, heroicos, contra el fuego» para preservar todo lo que se pueda.