Alumnos y docentes de la carrera de ingeniería ambiental de la Universidad Nacional de Tres de Febrero (Untref) avanzan en un proyecto para instalar termotanques solares en hogares de bajos recursos del partido de Merlo, como una manera para transformar las energías renovables en una vía de mitigación de la pobreza.
«La idea surgió en 2013, cuando desde la carrera de ingeniería ambiental comenzamos a trabajar la temática de energías renovables. Pensamos que era nuestra forma de hacer un aporte a la sociedad», expresó Juan Ignacio Somoza, director del proyecto.
Después de diversos estudios, los integrantes de la Untref detectaron que, aunque de baja calidad, la mayoría de los vecinos del conurbano bonaerense tienen acceso a la energía eléctrica, sin embargo no así a la red de gas.
Con el fin de remediar esta falta y ahorrar el dinero de la compra de garrafas, desarrollaron dispositivos con tecnología termosolar para «reducir considerablemente las necesidades de uso cotidiano. Pueden instalarse fácilmente en la terraza de cualquier casa y sólo tienen que recibir los rayos del sol», explicó el ingeniero.
Los termotanques son sencillos de construir y se hacen con materiales de fácil acceso y bajo costo, como el polipropileno, el aluminio y la madera.
«El año pasado hicimos los termotanques con un costo de 3.500 pesos. Este año apuntamos a que sean un poco más caros, pero con una mejor calidad de aislación térmica», destacó.
El prototipo sobre el que trabajan es compacto y tras la prueba piloto que hicieron el año pasado en un centro comunitario de esa localidad bonaerense, preparan ahora su instalación en cinco casas de barrios carenciados de Merlo.
Durante la prueba no sólo midieron la respuesta de la gente al dispositivo, sino también el grado de transferencia de la tecnología a la comunidad.
«Buscamos que además de aprender a hacer un termotanque, los vecinos encontrarán la manera de reemplazar los materiales con los que está armado y mejorar el prototipo. También les damos una guía para que puedan resolver un inconveniente o desperfecto», explicó Somoza.
Para la elección de las familias que recibirán los termotanques, voluntarios de la universidad visitaron distintos barrios de Merlo cada dos fines de semana y eligieron a familias que, a su juicio, realmente necesitarán de la ayuda.
«La idea es que para final de año estén funcionales», cerró el ingeniero ambiental.
Además de esta experiencia en la provincia, en la ciudad de Buenos Aires, el ministerio de Ambiente y Espacio Público instaló unos 40 colectores solares térmicos de similares características en hogares, comedores y otro tipo de instituciones asociadas a la vulnerabilidad social dedicadas a la contención de niños, adolescentes y adultos.
Los equipos fueron instalados por miembros de la Agencia de Control Ambiental de la Ciudad, tienen una capacidad de 300 litros y permitirán ahorrar entre un 30 y un 70 por ciento de gas que usan estas instituciones.
A diferencia de los termotanques solares de la Untref, el costo de los equipos instalados por el gobierno porteño oscila entre los 20.000 y 25.000 pesos, ya que son más sofisticados y de materiales más costosos.
Estos equipos se conocen como «sistemas de apoyo», ya que funcionan como un precalentador del agua que llega de la red al calefón, termotanque o dispositivo de calentamiento a una temperatura ya elevada, lo que permite ahorrar gas.