No pienses que es un mito. Especialistas en salud han probado científicamente que el trasero de oficinista existe. Pasar largas jornadas sentada en la oficina puede repercutir a la salud de tus glúteos, que pierden masa y tono muscular gradualmente con el paso de los años. Esto no sólo afecta a la forma y volumen de tus glúteos, sino que nuestro trasero es el encargado de favorecer el movimiento de la pelvis, corregir nuestra postura y ayudarnos a tener una mejor movilidad, agilidad, equilibrio y elasticidad. Por tanto, tener los glúteos tonificados nos aportará una mejor calidad de vida.

Pero, ¿por qué estar tanto tiempo sentadas afecta a nuestros glúteos? En primer lugar, la falta de ejercicio genera flacidez y pérdida de tono muscular en cualquier trasero. Además, los glúteos de las mujeres son más susceptibles a almacenar grasa y generar más volumen. El tejido adiposo del trasero (lo que comúnmente llamamos grasa) es flexible y puede llegar a cambiar su forma con una presión sostenida, como cuando permanecemos sentadas durante mucho tiempo. De esta manera, los glóbulos adiposos se expanden cuando son presionados y tardan días en retomar su forma original, mucho menos si cada día nos sentamos durante horas.

Por eso, a las personas que trabajan en oficinas y pasan horas sentadas les cuesta mucho más recuperar la tonificación de sus glúteos, incluso aunque vayan al gimnasio. Esto no quiere decir que hacer deporte no ayude, de hecho es esencial para mantener un cuerpo saludable. Pero existen algunos tips sencillos que puedes hacer diariamente en la oficina para prevenir y ejercitar tus glúteos sin tener que ponerte a hacer ejercicios de fitness en la oficina.

1. Usa el camino más largo para llegar a la oficina
Si la tienes cerca de casa, trata de ir siempre caminando, para favorecer la circulación de tus piernas y tonificar tus glúteos de manera sencilla. Si tu trabajo está alejado de tu hogar, considera ir en bicicleta o en metro. La bicicleta es uno de los ejercicios que mejor tonifican los glúteos. Cuando vayas en metro, sube caminando las escaleras o considera bajar una parada antes para caminar el resto del trayecto a la oficina.

Este sencillo ejercicio diario constituirá un cambio sustancial en tu trasero.

2. Aprovecha cada escalera
Si para llegar a tu mesa de oficina hay que subir escaleras, aprovéchalas. Siempre que puedas, trata de subir y bajar escaleras, al menos varios pisos un par de veces al día. No sólo favorecerás a tus glúteos, sino que es un cardio excelente sin necesidad de ir al gimnasio.

3. Camina por la oficina
Busca alguna excusa para darte paseos por la oficina siempre que puedas. Ayudarás a activar el flujo saguíneo de tus glúteos y tus piernas y evitarás la presión continua sobre el tejido adiposo.

4. Realiza movimientos de contracción
Este es un sencillo ejercicio que puedes hacer diariamente sin moverte de tu silla. Contrae tus glúteos fuertemente. Puedes hacer repeticiones de 20 contracciones cada hora o contracciones sostenidas durante 10 segundos repetidas 5 veces, cada hora u hora y media.

5. Siéntate adecuadamente
Una postura correcta en la silla de oficina puede hacer la diferencia en tus glúteos. Cuando nos sentamos correctamente, con el trasero ligeramente hacia afuera, el peso de nuestro cuerpo descansa mayormente en los huesos isquion (localizados en el pliegue entre las nalgas y los muslos), liberando el exceso de presión sobre nuestros glúteos, con lo que evitaremos el exceso de presión sobre el tejido adiposo de nuestro trasero.