Para ir sola. Madagascar y sus mujeres
No hay mejor manera de descubrir un país que a través de sus gentes. Y lo mejor es hacerlo de la mano de un experto, sobre todo si viajas sola a un destino tan remoto y desconocido como esta isla situada frente a la costa oriental de África, la tierra de los baobabs, los lemures y la vainilla, donde las raíces africanas se mezclan con la influencia asiática.
Allí se pueden conocer a las mujeres que trabajan para conservar y transmitir su cultura y tradiciones: desde un grupo de escritoras en la capital, Antananarivo, hasta las responsables de proyectos solidarios como la Escuela de los Zafiros de Antshoamadiro (que rescata a niños que trabajaban en las minas de zafiros del sur de la isla), o la asociación de mujeres que se dedica a enseñar bailes tradicionales. Pero en Madagascar hay mucho más: el parque de Isalo, con sus lagos y cascadas; la reserva de Ranomafora y sus lemures; los baobabs de Morondava; las playas del Mar Esmeralda; el parque Tsingy de Bemaraha, con sus formaciones rocosas…
En familia. Lección de botánica en Costa Rica
Como un inmenso jardín, Costa Rica es uno de los países más seguros de Centroamérica y una de sus joyas naturales: el 25% del territorio está protegido con 27 parques nacionales. Cinco de ellos están en la provincia de Guanacaste, en la zona del Pacífico. Allí se puede descubrir ese tesoro y divertirnos: recorrer a caballo el bosque seco, hacer kayac en los manglares, bucear con tortugas en el parque de las Baulas; subir al volcán Rincón de la Vieja y bañarse en sus aguas termales, bajar en rafting el río Tenorio…
En pareja. Japón romántico
Es uno de los destinos de moda y los vuelos directos y la devaluación del yen tienen mucho que ver. Así que aprovecha para perderte en Tokio y dar un romántico paseo en barca por el foso Chidorigafuchi, en el palacio imperial; pasear entre los templos y casas de madera de Yanaka; o hacer un descanso en la casa de té del parque de Hamarikyu. Y en Kyoto, no te pierdas sus casas de té y las geikos o geishas del barrio de Gion; sus templos budistas y sintoístas; el palacio imperial y sus jardines zen.