Los ex jefes de la Policía bonaerense Hugo Matzkin y Juan Carlos Paggi y el ex jefe de Investigaciones de la fuerza Roberto Castronuovo fueron citados a indagatoria por el encubrimiento agravado del crimen de Candela Sol Rodríguez, la niña de 11 años secuestrada y asesinada en 2011 en el partido de Hurlingham, informaron hoy fuentes judiciales.
Los voceros dijeron a Télam que el fiscal de Morón Mario Ferrario citó a declarar como imputados a los tres ex jefes policiales en el marco de la investigación del encubrimiento del secuestro y crimen de la niña, en este caso agravado por su condición de funcionario publico.
De elementos surgidos del juicio que se llevó a cabo por el crimen en 2017 -en el que dos hombres fueron condenados a prisión perpetua y un tercero a cuatro años de cárcel- y declaraciones obtenidas en otro expediente con más acusados de homicidio que aún no llegó a debate, Ferrario consideró que hay prueba suficiente para llamar a indagatoria a los tres ex jefes policiales.
Para la época del crimen de Candela, Paggi era jefe de la fuerza provincial, mientras que Matzkin era su segundo y luego terminó reemplazándolo.
Castronuovo, por su parte, era el jefe de Investigaciones y, junto a los otros, fue quien estuvo al frente de la investigación policial de caso entre el 22 y el 31 de agosto de 2011, lapso en el que la niña fue secuestrada y arrojada muerta dentro de una bolsa en Villa Tesei, partido de Hurlingham.
Por el crimen de Candela, Ferrario lleva además otra causa con otros cuatro acusados que irán a juicio próximamente: el narcotraficante Miguel Angel «Mameluco» Villalba, el policía bonaerense Sergio Chazarreta, el sindicado informante Héctor «El Topo» Moreyra y el carpintero Néstor Altamirano.
A ellos les atribuye distintos grados de participación en la «privación ilegal de la libertad coactiva seguida de muerte» de la víctima, también en base a las pruebas que surgieron durante el juicio oral que se realizó en 2017.
El 20 de septiembre del año pasado, el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 3 de Morón condenó a prisión perpetua a Hugo Bermúdez y Leonardo Jara como autores del homicidio, mientras que a Fabián Gómez los sentenció a cuatro años de cárcel como partícipe secundario.
En su fallo, los jueces Diego Bonanno, Raquel Lafourcade y Mariela Moralejo consideraron que «en el homicidio de Candela se entretejieron intrigas, política, delitos de toda calaña y fundamentalmente silencios. Lo relevante fue lo no dicho. Lo oculto».
Para el tribunal, el móvil de la privación ilegal de la niña fue un «ajuste de cuentas contra el padre (de Candela), por algún ilícito que este cometiera», en referencia a Alfredo Rodríguez, que cuando secuestraron a su hija cumplía condena por piratería del asfalto.
«Siempre se barajó la hipótesis de que había participado de un hecho contra algún personaje del narcotráfico y se sospechó fuertemente que esa persona podía ser ‘El Topo’ Moreyra, quien desde un comienzo estuvo vinculado e imputado en la causa», se indicó.
Para el TOC 3, este «confidente» policial pudo haber sido el autor intelectual del secuestro de la niña y es el «eje» a partir del cual giran el resto de los personajes.
Por su parte, el padre de Candela declaró en el juicio que «El Topo» trabajaba con la Policía «en la venta de estupefacientes, al tiempo que proveía de información a la fuerza».
En aquel momento, en la Villa 18 de Billinghurst, partido de San Martín, actuaba la banda de «Mameluco» Villalba, quien había sido detenido el 9 de agosto de 2011 (13 días antes del secuestro de Candela) por la Policía Federal y actualmente cumple una condena por narcotráfico.