El arrecife artificial que se creó en las costas del balneario rionegrino de Las Grutas, producto del hundimiento del buque «Chiarpesca», ha generado un boom en la práctica del buceo recreativo, una actividad que se puede realizar todo el año y que ha tenido un crecimiento exponencial en la zona, tendencia que sigue a lo que sucede en diferentes sitios turísticos a nivel mundial.
El «Chiarpesca», un buque de 38,30 metros de eslora que se utilizaba para la pesca de «merluza hubbsi» mediante redes de arrastre, fue adaptado para ser utilizadas como ambiente de buceo deportivo, para lo cual se «colocó» entre los 18 metros de profundidad con marea baja y unos 22 metros durante la pleamar.
A una distancia de 7 kilómetros de la playa de Las Grutas, permanece junto a los barcos Don Félix, hundido en 2007, y el Marina Rojamar, que ya forman parte del paisaje y son visitados por buceadores de distintos niveles.
En dialogo con Télam, Claudio Barbieri, buceador experimentado y referente de la empresa de buceo Cota Cero, explicó que «el buceo recreativo es una forma de hacer turismo».
«Somos además una escuela nacional de buceo, la N°20 de la Prefectura Naval Argentina, en ese marco nos hemos desarrollado por mas de 20 años difundiendo la actividad, mas que nada realizando cursos de buceo», agregó.
El sistema de arrecifes artificiales es utilizado en el mundo para incrementar la oferta de la práctica del buceo y hay varios modelos, pero el más difundido «es el de usar viejas estructuras de barcos que se preparan para tal fin y se hunden», indicó Barbieri
«Así nació el proyecto de parque artificial, que se inició con el hundimiento del barco Don Félix en el 2007. Es un proceso largo, debido que hay que condicionar bien la estructura. Esto es un área natural protegida por lo que todo esta bajo estudio de impacto ambiental aprobado».
Barbieri indicó que solo en la provincia de Buenos Aires hay alrededor de 300 escuelas y cerca de 50.000 buzos activos en el país.
«Los cursos de buceo en el mundo se pueden realizar a partir de los 10 años hasta los 99», dijo, pero aclaró que hay grados de complejidad que implican «un mayor grado de responsabilidad», precisó.
El principio del buceo es respirar abajo del agua a través del equipamiento adecuado, disfrutando lo que se esta viendo, «de ahí en mas se puede ir complejizando tanto como queramos», afirmó el buceador.
Un bautismo de buceo ronda los 2500 pesos y consiste en una charla informativa la primera inmersión en pileta con todo el equipo y un entorno protegido, y «una vez ambientados se realiza una inmersión en el mar de 12 a 30 metros de profundidad, 15 minutos, siempre acompañados por un profesional», precisó.
Las actividad se realiza durante todo el año, con mejor visibilidad bajo el agua durante los meses de otoño e invierno, aunque durante primavera y verano el beneficio es la temperatura ambiental y del agua.
El proyecto busca crear un parque de arrecifes artificiales que potenciará el desarrollo de la actividad del buceo, iniciada en la región a fines de los 90, a cargo de Cota Cero y la empresa de Salvamento y Buceo El Austral, en conjunto con Turismo de Nación, el Gobierno de Río Negro y diferentes instituciones de la zona.
El espacio del parque prevé atractivos para todo el público y ofrecerá una actividad especializada para buzos experimentados, para darle mayor potencialidad turística a un mar de aguas transparentes, de temperatura agradable y con variada flora y fauna submarina.