El ingeniero de sistemas de arquitectura espacial, Raúl Polit-Casillas, creó para la NASA el prototipo de un tejido realizado en acero y titanio que se puede fabricar en el espacio con impresoras 3D y sirve para hacer trajes espaciales y elementos de las naves.
La manufactura aditiva de metales en impresoras tridimensionales «tiene usos potenciales en el espacio y en la tierra», afirmó Polit-Casillas, que trabaja en el Laboratorio de Propulsión de la NASA en California (Estados Unidos), en declaraciones a la agencia EFE.
«En el espacio los usos van desde poder crear antenas o grandes superficies, crear sistemas para proporcionar sombra y por tanto control térmico, y proteger contra micrometeoritos a aplicaciones para trajes de astronautas», detalló.
El aragonés, nacido en Jaca (Huesca) hace 38 años, creció rodeado de las telas de su madre, diseñadora de modas, y de las influencias creativas de su padre, artista y profesor de la técnica de grabado, fallecido recientemente.
La semilla imaginativa de sus progenitores queda reflejada en su invento, cuyo prototipo, realizado en acero y titanio, luce como un paño metálico a cuadros.
«El proyecto nació de la necesidad de crear un sistema que fuera adaptable y que pudiera ser, en principio, fabricado en el espacio», contó Polit-Casillas sobre este desafío de ingeniería.
«Con ese objetivo empezamos a trabajar en la posibilidad de pensar en tejidos. El problema de los tejidos (de fibras) es que las máquinas para hacerlos son muy complejas, son telares, y no contamos con telares en el espacio», explicó.
El ingeniero por ello propuso crear una tela metálica «multifuncional» con otros usos potenciales, como cubrir estructuras expandibles de hábitat espacial, ruedas para vehículos robots o mejorar las superficies para el descenso de las naves.
En tierra, su ingenio podría servir «como armadura» para protección en ropa de trabajo, mejorar la tracción en ruedas sobre la nieve o en fachadas de edificios, entre otras aplicaciones.
Polit-Casillas estudió ingeniería industrial con énfasis en la robótica y cuenta con una maestría en arquitectura de la Universidad Politécnica de Valencia, en España.
Posteriormente se centró en las ciencias y estudios espaciales en la Universidad Espacial Internacional (ISU), en Estrasburgo (Francia).
El primer contacto de Polit-Casillas con la agencia aeroespacial estadounidense fue a través de una pasantía en el Centro de Investigaciones Ames NASA en Moffet, California, en 1999.
Después de graduarse trabajó, desde 2011 en el equipo de indagación de «diseño y construcción de hábitats espaciales» de JPL-NASA, donde ahora se desempeña en Sistemas de Ingeniería de Arquitectura Espacial.
«Lo bonito de la historia es que al final todos trabajamos por el bien de la humanidad y muchas de las cosas que aquí hacemos, pues, se beneficia todo el mundo» concluyó Polit-Casillas.