Italia es un enclave turístico que está en la mente de todo buen viajero, una combinación de historia, carácter, gastronomía, patrimonio y gran variedad de paisajes. Desde ciudades tan conocidas como Roma, a los pequeños pueblos de la costa Amalfitana, Italia es un destino que atrae, año tras año, a miles turistas.

Y no solo sus monumentos y ciudades son impresionantes, posee maravillosos paisajes naturales que dejan sin respiración. Son especialmente conocidos sus lagos, más de 1500 se reparten en todo su territorio, espacios en los que pasar una vacaciones tranquilas, disfrutando del sol y la gastronomía de sus localidades. Aquí os mostramos seis de los mejores.

Lago de Como

El lago de Como se ubica en la región de Lombardía, entre las provincias de Como y Lecco. Se encuentra a 199 metros de altitud y posee con una superficie de 146 km2, lo que lo convierte en el tercero más grande, además es el más profundo con 410 metros. La tranquilidad de sus aguas contrasta con lo abrupto del paisaje que lo rodea, pero las imágenes que deja al amanecer son increíbles.

Y desde ambas orillas se puede disfrutar de un vista espléndida plagada de maravillosas villas aristocráticas, pueblos pintorescos y exuberantes jardines. Y la mejor manera de moverse y conocer localidades como: Bellagio, Varenna, Tremezzo, Menaggio o Como es a través de los transbordadores que cruzan el lago constantemente.

Lago de Garda

En el norte de Italia, entre los Alpes y la llanura Padana, se encuentra el lago de Garda. Rodeado de cipreses, cedros, adelfas, olivos y en algunos lugares de vid, es uno de los más populares y turísticos. Cultura e historia se agolpan en las localidades a orillas del lago que bañan tres regiones: Lombardía, Trentino Alto Adigio y Véneto.

Destaca especialmente el pueblecito de Sirmione que está ubicado en una pequeña península y se encuentra presidido por el castillo del siglo XIII de Rocca Scaligera. Y entre las muchas islas que lo componen sobresale la Isola del Garda, donde se levanta un espectacular monasterio construido durante siglo XIII por petición de San Francisco de Asís.

Para poder contemplar la majestuosidad del lago es recomendable coger el teleférico San Michele. Sale del pueblo de Malcesine y concluye en el monte Baldo, ofreciendo unas vistas excepcionales.

Lago Maggiore

El lago Maggiore es uno de los más bellos del país. De origen glaciar, sus orillas tocan Lombardía, Piamonte y Suiza. Es el segundo lago italiano por extensión con 212 km ², solo superado por el de Garda. Se encuentra rodeado por bosques, imponentes montañas y verdes colinas, y entre las maravillas de este lago se encuentran sus islas, nada menos que once, entre las que destacan las islas Borromeas, su nombre proviene de la familia Borromeo, que las adquirió a principios del siglo XVI, y todavía hoy posee la Isla Bella, la Isla Madre, a la que hay que añadir la isla de Pescadores, la única habitada y que no pertenece a la familia.

Entre exóticos jardines, como el parque natural del Valle del Ticino, y las villas y palacios, entre los que sobresale el palacio Borromeo, donde en 1797 se hospedó Napoleón, hacen de este lugar una parada obligatoria.

Lago de Orta

Íntimo pero precioso. Así se puede definir el lago de Orta, una pequeña maravilla situada en el norte del país, es paralelo al lago Mayor y se encuentra separado de este último por el monte Mottarone. En la parte meridional del lago se encuentra la bonita localidad de Orta San Giulio, el principal destinación de turismo, posee un casco medieval repleto de callejones empedrados flanqueados por viejos muros de piedra de sus edificios antiguos.

En frente la maravillosa Isla de San Julio, y en lo más alto, el Sacro Monte de Orta, patrimonio de la humanidad, que permite recorrer 20 capillas construidas entre el siglo XVI y XVII muestran la devoción italiana por San Francisco

Lago de Bolsena

En la región del Lacio, entre Roma y la Toscana, nace el lago de Bolsena de origen volcánico que se formó hace aproximadamente 300 000 años. Dos islas surgieron dentro producto de dos erupciones submarinas alrededor de 104 a.C., Bisentina y Martana

Su forma es oval, típica de los lagos volcánicos y está rodeado de localidades con gran encanto como de Marta, Tuscania, Viterbo Valentano o Bolsena, presidida por su castillo medieval. La mayoría son pueblos de pescadores que siguen la tradición de pescar de pie, de ahí que la gastronomía sea excelente.

Lago Trasimeno
Bello y coqueto. Así es el lago Trasimeno, situado en la región de Umbría. Entre colinas boscosas que alternan campos de girasoles, viñedos y plantaciones de olivos con ciudades como Castiglione del Lago, en el que ver: su palacio Ducal y la Rocca del Leone, uno de los fuertes más importantes de la región; o la Cittá della Pieve que alberga el callejón más estrecho de Italia.

Formada por tres islas: La Maggiore, Isla Polvese y la Minore, y es una parada obligatoria para los amantes de la gastronomía. La anguila, la perca y el aceite hacen las delicias de todos los que se acercan. Además, el lago es un espacio perfecto para desconectar y disfrutar de los atractivos naturales.

Lago de Iseo

Se sitúa al norte del país, en el Val Camonica, próximo a las ciudades de Brescia y Bérgamo. Un lugar tranquilo y apacible, quizás por se menos conocido que los lagos vecinos. En el centro se encuentra la isla Monte Isola, la isla lacustre más grande del sur de Europa, de 4,5 kilómetros en el que se puede ver la Rocca Martinengo, un castillo del siglo XIV.

Los pueblos que lo rodean pueden visitarse casi en un día en ferry: Iseo, Sulzano, Sale Marasino, Marone Bagnadore, Pisogne, Lovere, Castro, Riva di Solfo, Tavernola Bergamasca, Predore, Sarnico, Clusane, Monte Isola.