Un nuevo tratamiento para la esclerosis múltiple que se aplica una vez cada dos semanas ya está disponible en Argentina, informó hoy el neurólogo del Fleni Jorge Correale, quien aseguró que «reduce la tasa de recaídas y el riesgo de evolución de la discapacidad».
Se trata del «primer y único» interferón pegilado de administración subcutánea una vez cada dos semanas para tratar la esclerosis múltiple remitente recurrente (EMRR), la forma más frecuente de la enfermedad, ya que representa el 85% de los casos.
«El proceso de pegilación consiste en unir a una molécula biológica, en este caso interferón beta-1a, una sustancia llamada polietilenglicol, generando una nueva molécula de mayor tamaño», explicó a Télam Correale, jefe del Servicio de Neuroinmunología y Enfermedades Desmielinizantes de ese centro de salud.
Y continuó: «Así, la pegilación limita la destrucción de la molécula por anticuerpos del paciente, y le brinda mayor estabilidad química. El resultado final es que el fármaco pegilado puede utilizarse con menor frecuencia de dosis y mayor eficacia, seguridad y tolerabilidad”.
“El interferón pegilado -cuya aprobación se basa en los resultados de un estudio que duró dos años e incluyó a más de 1.500 pacientes- aporta una alternativa terapéutica que reduce la tasa anualizada de recaídas, disminuye el riesgo de evolución confirmada de la discapacidad y tiene un significativo impacto en la reducción de diferentes parámetros radiológicos”, afirmó Correale.
Por su parte Edgardo Cristiano, jefe del Servicio de Neurología del Hospital Italiano, explicó que “dado que la esclerosis múltiple aún no tiene cura, se requiere para su control un tratamiento en forma continua».
«Cualquier factor que disminuya la carga que significa un tratamiento o su monitoreo incide positivamente en la calidad de vida de los pacientes. La comodidad contribuye de una manera importante a su adherencia, lo que implica una menor tasa de abandono debido a molestias, efectos colaterales u olvidos, que muchas veces agravan el cuadro», destacó.
La esclerosis múltiple es una enfermedad autoinmune y crónica del sistema nervioso central que afecta al cerebro y la médula espinal.
Se manifiesta en general entre los 20 y 40 años, y los síntomas más comunes son problemas en la visión, debilidad en las extremidades, dificultad para caminar y trastornos de equilibrio. El tipo más frecuente es la remitente recurrente, caracterizada por brotes seguidos de una recuperación completa o parcial.
En el mundo, 2.300.000 personas están afectadas por esclerosis múltiple, mientras que un estudio realizado en Buenos Aires en 2016 mostró que en la Argentina la prevalencia estimada es de 38 casos cada 100.000 habitantes.
«Estudios recientes sugieren que en nuestro país el número de nuevos casos por año está en aumento, y que ese incremento estaría dado por un mayor número de mujeres afectadas», retomó Cristiano.
Según datos oficiales, la enfermedad afecta actualmente a tres mujeres por cada varón: «Entre las razones para explicar esa proporción tenemos una mayor alerta entre la comunidad médica, mejores métodos de diagnóstico disponibles y un real aumento de la incidencia probablemente debido a causas ambientales y relacionadas a la vida moderna, que desconocemos con exactitud», dijo el especialista.
«Si bien aún no tenemos cura, se avanzó mucho en el conocimiento y tratamiento de esta patología, logrando reducir la cantidad y severidad de los brotes, la aparición de nuevas lesiones cerebrales, retrasar la progresión de la discapacidad y mejorar la calidad de vida de los pacientes», completó Cristiano.