Con el aporte de multimillonarias inversiones estatales y privadas, asociaciones internacionales y un escenario nacional que asegura masividad para recolectar datos y vender productos, el desarrollo de la inteligencia artificial (IA) avanza en una China que ya se lanzó a la carrera para marcar los estándares de esta actividad hacia 2030, revelaron investigaciones del Instituto Tecnológico de Massachusets (MIT).
Beijing planea construir una industria de IA que valga más de 120.000 millones de euros en 2030 y que defina los estándares técnicos para la inteligencia artificial del futuro.
Para lograrlo, a fuerza de inversiones astronómicas, China y sus empresas están contratando un gran número expertos, educando a nuevos técnicos universitarios, construyendo nuevos centros de investigación e invirtiendo en bases de datos.
Mirando a estos desarrollos como el acelerador de toda la economía, el plan dictamina que en los próximos tres años la inteligencia artificial nacional debe igualar a la desarrollada en Occidente, para 2025 los investigadores de China deben hacer avances importantes y para 2030 ser protagonistas en la escena mundial.
Las políticas estatales ya fueron definitorias para que ciertas ramas de la industria tradicional fueran competitivas en el pasado y, según el especialista en IA y estrategia en Baidu, Andrew Ng, «cuando el Gobierno anuncia un plan como este, tiene implicaciones significativas para el país y la economía».
Como ejemplo, a principios de la década de los 2000 el Gobierno dijo que quería construir una red ferroviaria de alta velocidad que estimulara el desarrollo tecnológico y mejorara el sistema de transporte del país y hoy la red es ahora la más avanzada del mundo, algo que busca replicarse en el caso de la IA.
Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), el gasto en investigación y desarrollo en China se multiplicó por 10 entre 2000 y 2016, y si bien Estados Unidos invierte más, solo aumentó un tercio en el mismo período.
Pero, para lograrlo, también se obliga a las empresas a adherirse a los estándares y no son pocas las que ya marcan la diferencia: Alibaba, por ejemplo, ya exporta tecnología de inteligencia artificial y es el quinto proveedor de informática en la nube más grande del mundo.
Uno de los puntos a favor de muchos de los desarrollos empresarios en IA es la cantidad de personas que potencialmente pueden comprarlos hacia el interior del propio país y, como contra cara, los datos que pueden aportarles en su uso para hacer que los algoritmos de aprendizaje automatizado sean más efectivos.
Las gigantescas bases de datos chinas ya se pueden ver en funcionamiento en los sistemas de reconocimiento facial basados en el aprendizaje automático que identifican a los trabajadores en las oficinas y los clientes en las tiendas, y autentican a los usuarios de las aplicaciones móviles, pero que -además- usa la policía local.
Dado el tamaño del país y de su población, todo se mide en escalas de millones: «A nosotros nos costaba conseguir 1.000 usuarios; y cuando hablé con una amiga que trabajaba en una start-up china, me dijo: Un millón de usuarios no es nada, eso lo conseguimos en pocos días'», comentó Qing Luan, una desarrolladora que trabajaba para Microsoft.
Cómo si el aporte del Estado, la aplicación de las empresas y la captación de talentos en otras partes del mundo no alcanzara, el país asiático además buscará asociarse con otros estados nacionales.
El asesor técnico de iFlytek (una de las cuatro firmas que lideran la IA), Shipeng Li, enfatizó que aunque China está haciendo grandes avances, existe necesidad de una colaboración global.
«Nuestro objetivo es usar IA para crear un mundo mejor, no solo un país mejor», dijo Li en declaraciones recogidas por el sitio del MIT.
Pero aunque el plan apunta a 2030, la aplicación ya comenzó en áreas sensibles como la salud ya que el gigante asiático arrastra una deficiencia en la cantidad de médicos y ese espacio es un nicho que las empresas empiezan a cubrir con nuevos desarrollos.
Por ello, la Administración de Alimentos y Fármacos de China ya incorporó las herramientas de diagnóstico de IA en su lista de dispositivos médicos permitidos, pero las compañías deben solicitar la acreditación de cada producto antes de establecer el servicio.
La IA no sólo puede ser la solución a los problemas cotidianos y la dinamizadora de la economía, sino que puede darle a China el liderazgo mundial en poco tiempo.
El fundador de la empresa de realidad aumentada SenseTime y profesor de la Universidad de Hong Kong, Xiaoou Tang, entiende que la IA es un puente entre el pasado y el presente del gigante asiático: «Durante la dinastía Shang, alrededor del año 1600 a.C. China lideraba el mundo, y en el futuro, lo lideraremos de nuevo con innovaciones tecnológicas», concluyó.