Conseguir el equilibrio entre ser madre y hacer deporte muchas veces no es sencillo, es por ello que compartimos contigo estos consejos que te serán de gran utilidad.
Cómo lograr el equilibrio entre ser madre y hacer deporte
Si eres madre bien sabrás que es muy complicado compaginar tu día a día con el cuidado de tus hijos: el trabajo, el hogar, el ocio… Por lo que en muchas ocasiones el deporte queda relegado al último lugar. Se acabaron las excusas, consigue el equilibrio entre maternidad y deporte siguiendo estos tips.
Usa la hora de la siesta
Si tu hijo duerme la siesta, puedes aprovechar ese rato para hacer deporte en casa. Pilates, unas cuantas posturas de yoga, abdominales o flexiones… Planifica tu tiempo y planea los ejercicios para que puedas aprovechar ese espacio lo máximo posible.
Haz ejercicio con tu hijo
Ya sea en casa o en el parque, haz partícipe a tu hijo de tu rutina semanal de ejercicio. Parece complicado, pero si lo piensas bien, tan solo se trata de dar con unos ejercicios que sean aptos para niños según su edad y sus gustos.
Otra gran idea es que tú participes en los ejercicios que realiza tu pequeño, ¿una carrera en el parque? ¿Un paseo en bici? ¿Subir y bajar por la rampa para ir corriendo al tobogán? Todo vale y todo suma.
Establece un calendario
Establece un calendario en el que marques los días y las horas que vas a dedicar a hacer deporte, con dos o tres ratos a la semana será suficiente. No importa que aún queden otras tareas por hacer, debes priorizar el tiempo para ti y tu deporte.
Si lo deseas, puedes establecer unas metas sencillas y cuando las hayas alcanzado, permitirte una pequeña recompensa: una manicura, un masaje, algo de ropa nueva, un café con una amiga… Como ves, se trata de que ganes un poco de tiempo extra para ti.
Lleva a tu hijo al gimnasio
Lleva a tu hijo al gimnasio contigo, (antes de pensar que no te lo van a permitir, anímate a preguntar), deja a tu pequeño que escoja un cuento de casa y dile que lo lea sentado en un cómodo lugar cerca de ti mientras haces deporte. Si tu pareja llega tarde a casa, quizás esta sea una buena solución para que no tengas que eliminar el deporte de tu vida.
Céntrate en el progreso, no en los resultados
Hacer malabares entre la maternidad y un estilo de vida saludable y activo, no es una tarea fácil. Habrá días en los que el entrenamiento te será imposible, pero la clave está en no permitir que esa sea la constante.
Piensa en el esfuerzo que estás haciendo y céntrate en esto,los resultados vendrán por sí solos.
Diez minutos al día
Si sigues sin ver claro lograr el equilibrio entre ser madre y hacer ejercicio, seguro que con esta idea cambiarás de opinión. Busca tan solo diez minutos al día para hacer ejercicio, flexiones, estiramientos, sentadillas… ¿Tienes una bici estática en casa? Es hora de rescatarla del olvido.
Sigue estos consejos y lograrás hacer deporte a la vez que enseñas a tu hijo la importancia de hacer ejercicio y de llevar una vida sana. Recuerda siempre esta máxima: para cuidar a todos los que te rodean, primero debes cuidarte a ti misma.