Las autoridades tailandesas iniciaron la segunda fase del rescate de los miembros de un equipo de fútbol juvenil atrapados en una cueva anegada, un día después de que cuatro de los 12 menores lograran salir a la superficie tras dos semanas bajo tierra.
Según la prensa internacional, al menos otras cuatro personas han sido rescatadas hoy mientras que otro grupo sin cuantificar está cerca de la bocana de salida. El operativo se reanudó a las 11 de la mañana (hora local) cuando aún nueve personas seguían en el interior de la gruta, incluyendo el entrenador del equipo. De esta forma, ya son 8 los que en total pudieron salieron de la cueva, aunque no se dieron detalles del estado de salud de los recientemente rescatados.
«Todas las condiciones siguen siendo tan buenas como ayer», dijo Narongsak en una conferencia de prensa bien temprano. «Hoy estamos tan listos como antes. Y lo haremos más rápido porque tenemos miedo de la lluvia». Las autoridades se han apresurado a sacar a los menores, de entre 11 y 16 años, y a su entrenador de la cueva mientras las lluvias anuales del monzón avanzaban hacia la región montañosa del extremo norte de la región de Chiang Rai. Los operarios han trabajado sin descanso para drenar el interior de la gruta, y las autoridades dijeron que los intensos aguaceros caídos durante la noche no elevaron el nivel del agua dentro.
Los cuatro chicos que salieron el domingo en una urgente y peligrosa operación que requirió que buceasen a través de los estrechos, oscuros y retorcidos pasadizos de la cueva están contentos y tienen buena salud, según las autoridades. «Esta mañana dijeron que tenían hambre y que querían comer khao y grapao», agregó Narongsak refiriéndose a un plato tailandés de carne frita con chile y albahaca que se sirve con arroz. Sin embargo, los chicos están pasando exámenes médicos en la capital de la provincia y no han podido tener un contacto cercano con sus familiares por temor a infecciones. Los parientes sí pudieron verlos a través de un cristal, apuntó el gobernador.
Los chicos y su entrenador quedaron atrapados en la enorme cueva de Tham Luang Nang Non cuando fueron a explorarla tras un partido de entrenamiento el 23 de junio. Una masiva operación internacional de búsqueda tardó 10 días en localizarlos, refugiados en una ladera seca en las profundidades del complejo. El rescate mantiene en vilo al público tanto en Tailandia como a nivel internacional, y periodistas de todo el mundo viajaron hasta esta localidad próxima a la frontera con Myanmar para reportar el desenlace de la historia.
Los buceadores que participaron en el rescate del domingo regresarán a su interior el lunes ya que conocen sus condiciones y qué hacer, explicó el ministro del Interior tailandés, Anupong Paojinda. Los rescatistas colocaron nuevos tanques de oxígeno en la cueva antes del comienzo de la segunda fase, añadió. Sacar a todos los niños puede llevar hasta cuatro días, pero el éxito del domingo elevó las esperanzas para un final feliz. Trece buceadores extranjeros y cinco tailandeses participaron en el operativo del domingo. Dos buzos acompañarán a cada uno de los niños, que aprendieron a bucear apenas el 2 de julio, cuando los rescatistas los encontraron. Expertos en rescates en cuevas consideran que salir buceando era la última opción, especialmente con personas no entrenadas.