Las fresas son una de las frutas más populares, refrescantes y sanas que podemos encontrar en nuestra tierra. Hoy en día, hay más de 600 variedades de fresas y hoy repasamos todos los beneficios que nos reportan las fresas para la salud.
Reducen el riesgo de ataque al corazón
Un estudio de la Harvard School of Public Health (EE. UU.) y la Universidad of East Anglia (Reino Unido) concluyó que el consumo regular de antocianinas, una clase de flavonoides que se encuentran en frutas como las fresas, puede reducir el riesgo de un ataque al corazón en un 32% en mujeres jóvenes y de mediana edad. Las mujeres que consumieron al menos tres porciones de fresas o de arándanos a la semana obtuvieron los mejores resultados. Además, el alto contenido de polifenoles en las fresas también puede reducir el riesgo de enfermedad cardiovascular mediante la prevención de la acumulación de plaquetas y la reducción de la presión arterial a través de mecanismos anti-inflamatorios. La fibra y el potasio de las fresas también ayudan a la salud general de nuestro corazón.
Reducen el riesgo de ictus
Los antioxidantes quercetina, kaempferol y antocianinas, presentes en las fresas, han demostrado reducir la formación de coágulos de sangre dañinos asociados con accidentes cerebrovasculares. La ingesta alta de potasio (100 gramos de fresas contienen 161 mg. de potasio), también se ha relacionado con un menor riesgo de accidente cerebrovascular, ictus o infarto cerebral.
Fresas contra el cáncer
Las fresas poseen potentes antioxidantes que trabajan contra los radicales libres, inhibiendo el crecimiento del tumor y disminuyendo la inflamación en el cuerpo. Esta combinación de agentes antioxidantes y antiinflamatorios, gracias a la vitamina C, el ácido fólico y los flavonoides como la quercetina y el kaempferol, hace de las fresas un sabroso y excelente escudo contra las células potencialmente cancerosas.
Controlar la presión arterial
Para personas con presión arterial alta, es muy recomendable la ingesta de fresas debido a su alto contenido en potasio, pues ayudan contra los efectos del sodio en el cuerpo. Una ingesta baja de potasio es tan importante como factor de riesgo para desarrollar presión arterial alta como un alto consumo de sodio. Por si esto fuera poco, el alto consumo de potasio también se asocia con un 20% menos riesgo de morir por cualquier causa.
Fresas contra el estreñimiento
Comer alimentos ricos en agua y fibra, como las fresas, la sandía o el melón pueden ayudarnos a mantenernos hidratados y con una frecuencia regular para ir al baño. La fibra es esencial para minimizar el estreñimiento y agregar volumen a las heces.
Alergias y Asma
A causa de los efectos antiinflamatorios de la quercetina (un flavonol presente en frutas y verduras), el consumo de fresas puede ayudar a aliviar los síntomas de las alergias, incluyendo la secreción nasal, ojos llorosos y urticaria, según publicó una investigación del Centro Médico de la Universidad de Maryland (EE. UU.). Además, varios estudios han demostrado que la incidencia de asma es menor con un alto consumo de ciertos nutrientes, sobre todo de vitamina C, presente en las fresas: una taza de fresas contiene el 136% de la dosis diaria recomendada de vitamina C.
Fresas para la diabetes
Las fresas son un alimento con índice glucémico bajo y alto en fibra, como ya hemos visto, que ayuda a regular el azúcar en la sangre y mantenerlo estable evitando extremos altos y bajos. Para los diabéticos, las fresas son una opción de fruta más que recomendable, pues tienen un índice glucémico menor (40) que muchas otras frutas. Un estudio desarrollado por el Salk Institute’s Cellular Neurobiology Laboratory y publicado en la revista PloS One, reveló que comer unas 37 fresas al día puede reducir significativamente complicaciones diabéticas como la enfermedad renal y la neuropatía. El estudio (experimento con roedores) mostró que la fisetina, un flavonoide abundante en las fresas, promueve la supervivencia de neuronas en cultivo y mejora la memoria en ratones sanos, junto con la prevención de complicaciones tanto renales como cerebrales en ratones diabéticos.
Fresas para el embarazo
Una ingesta adecuada de ácido fólico es esencial para las mujeres embarazadas con objeto de protegerse contra los defectos del tubo neural en los bebés.
Fresas contra la depresión
El folato de las fresas también puede ayudar con los síntomas de la depresión al prevenir la formación de un exceso de homocisteína (aminoácido) en el cuerpo, lo que puede impedir que la sangre y otros nutrientes lleguen al cerebro. La profusión de este aminoácido interfiere con la producción de las hormonas del bienestar como la serotonina, la dopamina o la norepinefrina, que regulan no solo el estado de ánimo, sino también el sueño y el apetito.
Riesgos del consumo de fresas
Cada año, el Environmental Working Group realiza una lista de frutas y verduras con los niveles más altos de residuos de plaguicidas, conocidos como Dirty Dozen. Las fresas suelen estar a menudo alto en la lista. De hecho, según sus datos, más del 98% de las muestras de fresas, espinacas, melocotones, nectarinas, cerezas y manzanas de 2017 dieron positivo en residuos de al menos un pesticida. Una sola muestra de fresas mostró 20 plaguicidas diferentes.
1 taza de fresas frescas (166 gramos) contiene:
Calorías: 50
Proteínas: 1 gramo
Hidratos de carbono: 11,65 gramos
Fibra dietética: 3,81 gramos
Calcio: 23,24 miligramos
Hierro: 0.63 miligramos
Magnesio: 16,60 miligramos
Fósforo: 31,54 miligramos
Potasio: 44,82 miligramos
Selenio: 1,16 miligramos
Vitamina C: 94,12 miligramos
Folato: 29,38 microgramos
Vitamina A: 44,82 unidades internacionales