La gobernadora de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal afirmó hoy que los gobernadores del Partido Justicialista (PJ), pretenden «imponer a Buenos Aires más ajuste que al resto».
La mandataria brindó una entrevista a la agencia DIB, en la que se refirió al rumbo económico y planteó que «siento que el cambio que vinimos a hacer es mucho más profundo que un cambio económico y político: es un cambio cultural. En esto incluyo valores que queremos que estén presentes en la política, como la honestidad en sentido amplio, que no es solo no robar sino decir la verdad».
«Lo que está en discusión es más profundo que la política económica o la elección del año que viene. Lo que se discute es cómo queremos vivir. En el caso de la provincia, si con complicidad con las mafias o no, negando el narcotráfico o combatiéndolo, dando las peleas para que los chicos de verdad aprendan en la escuela o haciéndonos los tontos cerrando paritarias una vez al año y listo», continuó.
Sostuvo que «Cambiemos vino a dar esas discusiones, que por supuesto incluyen vivir mejor desde el punto de vista que nuestro país crezca y haya más trabajo y menos inflación. Pero superar el camino de decadencia de 70 años en dos y medio, es muy ambicioso. Creo que estamos parados en un lugar donde vamos a encaminar la situación, con mucho esfuerzo. Mucho más que el que ya se hizo».
Consultada sobre la recuperación de la economía planteó que «ya hoy hay algunos lugares del interior que están sintiendo una mejora de expectativa. Pongo como ejemplo Mar del Plata que se prepara para una buena temporada. O el de Bahía Blanca, muy vinculada con Vaca Muerta, donde los niveles de empleo son buenos y van a ser mejores. Esa realidad seguramente es distinta a La Matanza o el sur del Conurbano, donde hay sectores mucho más afectados. Esto va a ser de a poco y antes en algunos lugares que en otro».
«El Conurbano siempre fue más pobre y la provincia es la que más pobres tiene en el país. Eso duele, interpela y ocupa. Estar más cerca de quienes más lo necesitan ha sido mi principal ocupación y lo seguirá siendo, no solamente de acá a diciembre para evitar una situación de desborde social», analizó luego.
Al referirse al ajuste que se trasladará de Nación a Buenos Aires, la mandataria expresó que no puede calcular cuánto será el monto final dado «que hasta tanto no se defina qué impuestos nacionales que llegan a las provincias se van a ver afectados es difícil estimarlo» y añadió que «está claro que la Provincia va a absorber una parte de los subsidios al transporte y va a haber un traspaso de Edenor y Edesur».
Pidió por la indexación del Fondo del Conurbano y dijo que «debe ser aprobado por el Congreso». «Ese planteo no es más que algo que corresponde: cuando se firmó el acuerdo se plantearon metas de inflación que fueron superadas. Es necesario reponer los recursos que se perdieron», apuntó.
Vidal consideró que «más allá de las chicanas, lo importantes son los números, que hablan por sí solos. La provincia le aporta a toda la Argentina entre el 36% y el 38% de los recursos que se producen y recibe, incluyendo los subsidios a la energía, al agua, el Fondo del Conurbano, el 25%. Eso es una enorme injusticia».
Cuando se le preguntó su los gobernadores peronistas le están imponiendo a Buenos Aires un ajuste proporcionalmente mayor a cambio de convalidar el presupuesto nacional, ella expuso: «Tenemos que ver cómo quedan finalmente los números, peros sin duda esa fue la intención del peronismo en cada uno de sus planteos».
«El peronismo no acompañó el pedido original para recuperar el Fondo ni este para actualizarlo y, al mismo tiempo, pide que la provincia de Buenos Aires haga más ajuste que el resto. Yo siempre voy a estar defendiendo a Buenos Aires, lo demás tendrá que explicar en qué vereda estuvieron», opinó.
Por otro lado, se refirió al Astillero Río Santiago y explicó que «en dos años y ocho meses el Gobierno no hizo ningún despido masivo en Astillero, nada que no estuviera en el marco de jubilaciones, retiros voluntarios. Nunca se intentó cerrar, ni privatizar o dividir. Y no lo vamos a hacer».
«El conflicto se agudizó tras una denuncia de corrupción que hicimos en junio. No hubo ningún hecho puntual del Gobierno contra los trabajadores y sí hechos de violencia provocados por personas que actúan en política, como el intendente (de Ensenada, Mario) Secco. Y por personas que están dentro del gremio que claramente estaban involucrados en hechos de corrupción. Entonces, yo no puedo más que pensar que en Astillero hubo intencionalidad política», manfiestó.
Planteo que «no hubo represión» durante las protestas y agregó que «un hecho donde hay 13 policías heridos, dos empleadas de Gobernación y ninguna persona que se haya presentado como herida en un hospital público por parte de quiénes manifestaban, claramente no es represión».
«Lo que hubo es un intento de generar violencia, lo mismo que la toma del ministerio. Son hechos objetivos. En situaciones con violencia involucrada hay que ser más claros y objetivos que nunca en la discusión. Si hay un error de la policía, va a ser apartado. Llevamos apartados más de 12 mil policías, por corrupción o violencia institucional. No me va a temblar el pulso para eso. Pero exceso policial es una cosa y lo que sucedió ese día frente a la gobernación, otra. Hay que poner las cosas en su lugar: qué se discute, privilegios y corrupción o estabilidad de la fuente de trabajo. Esto último no está en discusión», añadió.
Además, se refirió al conflicto abierto con los docentes y expresó que «tuvimos 9 propuestas, todas como el resto de los que ahora van a entrar en proceso de revisión de paritarias. La mayor parte de los gremios de Argentina, incluyendo los estatales no docentes en Provincia, tienen cláusula de revisión que se empieza a rediscutir en estos días. Eso no lo aceptó el gremialismo docente, por eso no pudo haber acuerdo. Otros gremios que están enfrentados políticamente con el Gobierno, aceptaron, como Camioneros que tiene cerrada una pauta con revisión. Acá no hay habido voluntad de acordar».