La cotización del dólar cerró 2018 con una suba superior al 100% y el índice Merval de la Bolsa porteña acumuló en similar período un incremento marginal de 0,75% en la medición en pesos y una caída de 50,2% en dólares, en un contexto en el que la inflación de los doce últimos meses rondaría el 48% y en el que la tasa de política monetaria -tras alcanzar un máximo de 74% en los primeros días de octubre- concluyó el año en 59,25%.
El dólar a nivel minorista retrocedió hoy 1,40% al cerrar la jornada en $38,85 pesos en base al promedio diario relevado por el Banco Central. De esta forma, a lo largo del corriente año la divisa estadounidense registró un incremento de 105%, debido a que en la última rueda hábil de diciembre de 2017 se ubicó en $18,921.
En el segmento mayorista, el dólar retrocedió hoy 60 centavos respecto a la víspera al quedar en $37,70, con un avance de algo más de 101% a lo largo de los doce últimos meses.
La cotización más alta de la divisa estadounidense se registró el 18 de septiembre pasado, cuando cerró en $40,502, una jornada en la que en algunos bancos llegó a negociarse en torno a los $44.
Los especialistas coinciden en que el disparador de la suba fue inicialmente el mensaje del presidente Mauricio Macri respecto a la renegociación del acuerdo suscripto en junio con el FMI, que todavía no había sido aprobado por el organismo multilateral, y las versiones con objeciones que provenían desde Washington sobre la tarea que llevaba adelante Luis Caputo como titular del Banco Central.
Mauro Morelli, analista de Rava Bursátil, opinó que 2018 es “un año para el olvido, en el cual la brutal devaluación del peso impactó con extrema dureza sobre las ya debilitadas expectativas de la economía argentina”.
“En Wall Street los ADR’s argentinos sufrieron un golpe muy duro en el año, con bajas que oscilan entre el 30% y más del 70% en dólares, quedando literalmente licuadas casi todas las empresas argentinas que cotizan en Nueva York”, agregó.
Morelli dijo que “las claves financieras para el 2019 siguen siendo: solvencia fiscal, disminución de la inflación y estabilidad cambiaria”, algo que será imposible de disociar de la cuestión electoral -en agosto se llevarán a cabo las PASO y en octubre la elección presidencial- y las consecuencias que de ello se deriven, especialmente ante la cuestión de la sostenibilidad de la deuda argentina.
Una variable que cobró fuerza en los últimos meses de 2018 fue la medición de riesgo país elaborada por el JP Morgan, que en las jornadas previas alcanzó una marca récord de 837 puntos básicos, la más alta desde 2014 a la fecha.
La suba de la sobre tasa que paga el país en materia de deuda con vencimiento a mediano y largo plazo impactó en la cotización de títulos soberanos como el Discount en dólares bajo ley argentina, que cayó casi 40%, o el Bono Nación Argentina (AO20), con un rojo de más de 13%.
Junto con los factores locales en la crisis argentina también influyó el contexto internacional a través de las subas de tasas dispuestas por la Fed y las previsiones de nuevos aumentos para 2019, y las consecuencias de la guerra comercial desatada entre EEUU y China.
Sabrina Corujo, de Porftolio Personal, dijo que el balance anual de los que sucedió en la Bolsa porteña “rompió con todas las expectativas previstas un año atrás”.
La especialista aludió de esta forma a los números de cierre que en los primeros días de enero registró el Merval, cuando alcanzó su última marca récord en 35.145,45 puntos.
“La fuerte depreciación de la moneda desencadenada por la crisis de confianza en el gobierno se encargó de impactar tanto al mercado bursátil como a todas las variables reales de la economía argentina”, sostuvo Corujo.
De cara al 2019, la analista se mostró convencida de que “lo peor ya pasó y el año cierra bajo un clima de estabilidad cambiaria, así como una tasa de interés levemente decreciente”.