En el libro «Historias increíbles del mundo del arte» la periodista e historiadora francesa Maureen Marozeau se zambulle en el «detrás de escena» de un puñado de emblemáticas obras maestras, desde el Busto de Nefertiti hasta el «Guernica» de Picasso, pasando por Van Gogh, Rafael y Goya, para revelar algunas de las peripecias -de absurdas a detectivescas- que las atraviesan, desde su creación hasta su exposición actual en museos del mundo.
Existen, por ejemplo, egiptólogos convencidos de que es falso el busto de Nefertiti que actualmente se exhibe en el Museo Neues de Berlín, a donde acuden cada año miles de personas para admirarlo; mientras que es famosa la obsesión que guardaba el dictador Adolf Hitler -artista mediocre, dos veces rechazado por la Escuela de Bellas Artes de Viena- por la pintura “El astrónomo” de Johannes Vermeer (1668).
Historias súper mediáticas y otras algo más desconocidas se suceden en este libro, publicado por Edhasa, que descorre el telón y revela fanatismos detrás de piezas célebres como “El cordero místico” de Jan van Eyck, “El origen del mundo” de Gustave Courbet (obra que hace poco una artista luxemburguesa intentó «recrear» literalmente al quitarse la ropa en el Museo de Orsay) o el retrato de Lisa Gherardini, más conocida como «La Gioconda», de Leonardo Da Vinci, que junto junto a otras 45 mil obras de arte fue robada por los nazis y recuperada luego por miembros de la resistencia francesa.
“Para mí, el arte es como la religión: todo el mundo tiene derecho a practicarlo libremente”, dispara esta francesa apasionada del arte que trabajó además en el Museo Metropolitano de Nueva York, el Louvre de París y en la casa de remates Sotheby’s.
Con esta frase la autora parece plantar bandera acerca de cómo deben ser interpretadas estas historias reveladas, este asomarse a las bambalinas del mundo del arte: “Al final del día, las aventuras atravesadas por estas obras no debe pesar en la apreciación personal de la obra. Conozco a unas cuantas personas que no les gusta la Mona Lisa como una obra de arte por sí misma, y «no creo que conocer su historia completa podría cambiar su opinión”.
-¿Cuál es el origen de este libro?
– Maureen Marozeau: Mi editor me dijo que las personas que le rodeaban eran extremadamente curiosas acerca del «detrás de escena» del mundo editorial parisino, de pescar chismes de autores famosos en lugar de preguntar por los libros mismos. Pensó que este interés podría traducirse en el mundo del arte y comenzó a buscar a alguien capaz de escribir sobre el tema. Soy graduada en historia del arte, y trabajé durante muchos años como periodista de arte. Así que elaboramos juntos una lista de obras que, desde su creación hasta nuestros días, se han destacado por razones diferentes y podrían ser tratadas como los personajes principales de una historia corta. El punto era contar sus historias con precisión, y traté de usar mi conocimiento personal para recordar el contexto, poner las cosas en perspectiva y explicar los intereses políticos, sociales, culturales y judiciales.
-¿Cuál fue la historia más sorprendente o que más llamó tu atención?
– Marozeau: Lo que más me impresionó fue el coraje de personas como Rose Valland y Jacques Jaujard quienes, con sus escasos medios, ayudaron a salvar miles de obras de arte (entre ellas la Mona Lisa) a través de Francia de la codicia del Tercer Reich. Entendieron que el patrimonio era una parte esencial de la identidad y el orgullo de un país. Pero también me gustaría mencionar una teoría de Thierry Savatier, que escribió la «biografía» de «El origen del mundo» de Courbet y que es el especialista indiscutible en esa pintura. Los obstetras que consultó reconocieron en el cuerpo de la mujer retratado en la pintura una hinchazón típica de la de una mujer embarazada de pocas semanas. Sin embargo, los historiadores del arte no comparten esta opinión, ya que nunca se ha atestiguado en los archivos, escritos o cartas de Courbet que lo informe así. Algo me molesta en el hecho de que, en este caso y no importa cuál sea la verdad, los profesionales médicos confían en lo que ven y los historiadores de arte prefieren buscar una prueba escrita en lugar de aceptar abrir los ojos. ¡El conocimiento transversal no es el juego más fuerte de los eruditos del arte!
-Posiblemente la historia mas impactante de todas es la del busto de Nefertiti, precisamente porque miles de personas acuden año a año a Berlin a admirarla. ¿Su conclusión es que la obra es una falsificación?
– Marozeau: En mi libro simplemente recuerdo en detalle la muy bien documentada teoría de un prestigioso egiptólogo suizo que fue publicado en 2009. Y hay que tener en cuenta que el autor, Henri Stierlin, no interpreta el busto como una falsificación, sino como un «trabajo modelo «que podría haber sido confundido con una auténtica antigüedad por los no-especialistas por su belleza (el príncipe Johann Georg de Sajonia, su segunda esposa y la princesa Mathilde de Sajonia). Según Stierlin, ciertamente no había ninguna intención original de fraude y todo el asunto podía reducirse a un simple embrollo con consecuencias desafortunadas. Como explico, las apuestas son muy altas. ¡Este es un material delicado y no debe ser tratado ligeramente! No soy arqueóloga ni una especialista en Egipto. Solo digo que existe una teoría de un especialista cuya evidencia ha enervado tanto a Egipto como al Museo de Berlín, cuyo interés es que el busto de Nefertiti siga siendo un tesoro nacional para ambos países.