La madre de la senadora y ex presidenta de la Nación Cristina Fernández de Kirchner, Ofelia Wilhelm, de 89 años, murió hoy luego de permanecer internada desde el mes de diciembre en el Hospital Italiano de La Plata, informaron fuentes cercanas a Wilhelm.
Wilhelm había sido hospitalizada el pasado 8 de diciembre en el área de clínica médica, donde recibió un tratamiento a raíz de un cáncer de endometrio y desde entonces permanecía internada en ese centro de Salud.
Si bien en el hospital privado había esta tarde un total hermetismo sobre las causas del deceso, desde el entorno íntimo de Wilhelm informaron que murió hoy y que al nosocomio se acercaron los familiares más cercanos, entre ellos, la ex presidenta de la Nación, por lo que se desplegó un fuerte operativo de seguridad en los alrededores.
La encargada de darle la noticia a Cristina fue su hermana, la médica Giselle Fernández, quien cuidaba a diario de Ofelia en el hospital privado de La Plata.
La senadora tiene previsto un viaje a Cuba para visitar a su hija Florencia, quien se encuentra allí por prescripción médica, y volvería al país en 10 días, según confirmaron a Télam fuentes del Instituto Patria.
Ante la noticia del deceso, desde el entorno de la ex presidenta aseguraron que la senadora «no suspendería el viaje», ya que está «muy preocupada por la salud de su hija», y que tomaría el vuelo a las 0.35 desde el Aeropuerto Internacional de Ezeiza rumbo a La Habana, luego de visitar el lugar en el que falleció su mamá, el hospital ubicado en avenida 51 entre 29 y 30, al que Cristina asistió varias veces durante la internación de Ofelia.
Si bien era reconocida por su parentesco con Cristina, Wilhelm tuvo una larga trayectoria local como dirigente gremial, en el sindicato AERI -empelados del Ministerio de Economía-, y como dirigente peronista.
También, en La Plata se la conocía por su fanatismo con Gimnasia Esgrima de La Plata y mientras pudo no se perdía un partido de su querido “Lobo” desde la platea.
En sus tiempos de DT mens sana, Pedro Troglio, llegó a contar que “lo llamaba” y “lo iba a ver” para opinar sobre el equipo.