El ministro de Defensa, Oscar Aguad, salió hoy a repudiar «todo hecho que altere el orden democrático o atente contra la institucionalidad», en referencia a la polémica que generaron declaraciones suyas, hechas con anterioridad, sobre el levantamiento carapintada ocurrido en Campo de Mayo, en 1987, durante la presidencia de Raúl Alfonsín.
A través de un comunicado, Aguad aclaró que sus dichos sobre ese hecho fueron mal interpretados, al tiempo que enalteció la figura del ex presidente Raúl Alfonsín, quien según Aguad «llevó adelante un enorme trabajo para conservar el orden institucional».
En cualquier caso, en una entrevista radial, el funcionario pidió disculpas públicamente por haber considerado como «algo chiquito» el alzamiento carapintada protagonizado por Aldo Rico durante aquel gobierno de Raúl Alfonsín; haber minimizado aquel episodio generó la reacción de dirigentes radicales, que los acusaron de «ofender a cuantos lucharon por la democracia y su consolidación».
Aguad había manifestado en declaraciones a FM Metro que «Aldo Rico tiene derecho a desfilar como ex combatiente de Malvinas. Lo de Aldo Rico con los carapintadas es historia vieja, fue algo chiquito, no creo que haya puesto en jaque a la democracia».
El funcionario había aludido de ese modo a la presencia de Rico en el desfile militar que se hizo ayer en el barrio porteño de Palermo, como parte de los festejos por el 9 de Julio, en el que el ex militar carapintada y también ex intendente de San Miguel, desfiló en silla de ruedas.
Las declaraciones de Aguad provocaron la reacción de dirigentes radicales, entre ellos Ricardo Alfonsín, (hijo del ex presidente), quien escribió en su cuenta de la red social Twitter: «Con todo respeto, Oscar Aguad, tus dichos no hacen otra cosa que ofender a cuantos lucharon por la democracia y su consolidación, por la paz y contra la violencia».
En tanto, otro ex funcionario de aquella administración alfonsinista, Jesús Rodríguez, dijo al diario La Nación que «Semana Santa y los otros dos levantamientos militares se propusieron jaquear la democracia», y destacó que se trata de «una verdad histórica que no admite dos opiniones. Lo mismo, el ataque guerrillero a un cuartel».
Tras la reacción de los dirigentes radicales, el ministerio de Defensa informó en un comunicado que «el ministro de Defensa, Oscar Aguad, reitera su repudio histórico al levantamiento carapintada ocurrido en 1987 en Campo de Mayo y rechaza cualquier alteración del orden democrático o comportamiento que atente contra la institucionalidad».