La lucha contra la droga no puede realizarse nunca a costa de vulnerar los derechos humanos, advirtió hoy la ONU en un informe sobre la situación del cultivo, tráfico y consumo de estupefacientes.
«La lucha contra el tráfico de drogas nunca puede justificar violaciones de los derechos humanos ni excusar acciones extrajudiciales», señaló la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE) en su análisis de la situación mundial del año 2019.
Ese organismo independiente del sistema de la ONU insistió en que «los derechos humanos son inalienables e irrenunciables» y manifestó que «ha observado con profunda preocupación las continuas denuncias de violaciones graves de los derechos humanos presuntamente cometidas» al ejecutar políticas contra la droga.
La JIFE recordó que los actuales tratados internacionales brindan a los Estados medidas alternativas a la cárcel, entre las que menciona «la educación, la rehabilitación o la reintegración social».
De hecho, llegó a decir que si un Estado adopta medidas contra las drogas que vulneran los derechos humanos, ese país también viola los tratados internacionales de fiscalización de drogas, recogió la agencia de noticias EFE.
La JIFE exhortó a «que se dejen de adoptar medidas extrajudiciales contra los delitos relacionados con drogas» y pide a los países en los que sigue existiendo la pena de muerte para estos delitos que «estudien la posibilidad de abolirla».
Se refirió así a las críticas formuladas por la ONU a Filipinas por la campaña emprendida contra el tráfico y el consumo de drogas, y recordó que se ha pedido a ese país tomar todas las medidas «para impedir las ejecuciones extrajudiciales y las desapariciones forzadas.
También mencionó la decisión de Sri Lanka de volver a aplicar la pena capital a los delitos relacionados con las drogas, acabando así con una moratoria vigente desde 1976.