El diputado nacional y secretario general de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA), Hugo Yasky, dijo hoy que «no hay que descartar que se omitan las vacaciones de invierno» en el período escolar, y afirmó que «las clases están supeditadas a quienes definen las condiciones para tratar de evitar que la curva ascendente de contagios por coronavirus se dispare».
En diálogo con radio El Destape, Yasky sostuvo que la eventual suspensión de las clases «va a depender, no sólo de una decisión del Ministerio y el Consejo Federal de Educación, sino de quienes están definiendo las condiciones para tratar de evitar que la curva ascendente de contagios se dispare».
«No hay que descartar que se omitan las vacaciones de invierno; puede ser que se hable de una reducción de ese período, pero considerar comprometidas las vacaciones es un tema que se va a discutir con los ministros de las distintas provincias, con los gremios docentes y se va a definir en una búsqueda de consensos», indicó el dirigente.
Yasky, histórico titular del gremio docente Ctera, agregó que «hay un esfuerzo muy grande» del Gobierno nacional en continuar con la educación de quienes están en edad escolar, razón por la que «se han impreso más de siete millones de cartillas pedagógicas que se van a empezar a distribuir».
El dirigente se refirió a los eventuales mecanismos para evitar despidos en las empresas privadas debido a la situación económica generada por la paralización de algunas actividades debido al coronavirus, y sostuvo que el Ministerio de Trabajo debe poner en práctica el mecanismo de conciliación obligatoria.
Yasky se refirió específicamente a la situación provocada por Techint, y aseveró que esa fue la forma en la que el empresario Paolo Rocca «dijo que este es el rumbo que tiene que tomar la economía».
Ayer, el Ministerio de Trabajo dictó la conciliación obligatoria por un período hábil de 15 días en el conflicto que por el anuncio de 1.500 despidos mantienen la Unión Obrera de la Construcción (Uocra) y el Grupo Techint, tras lo cual el grupo empresario acató la decisión oficial y retrotrajo las masivas cesantías.
El anuncio de los despidos fue la manera de «decirle al presidente Alberto Fernánez que por acá ellos no van a ir, al igual que lo que hizo Roggio bajando los salarios, o el cacerolazo de anoche: todo eso forma parte de un deja vú de quienes sienten nostalgia y añoran el Gobierno de los ricos para los ricos», indicó Yasky.
En ese sentido, el dirigente gremial dijo estar de acuerdo «con la CGT en buscar todos los medios legales para que no haya elementos de los que se puedan agarrar los grupos empresarios para despedir».
Sin embargo, «no se ha madurado en términos políticos la necesidad de constituir a todas las centrales sindicales con un protagonismo social», indicó Yasky respecto de una eventual unidad sindical, y afirmó que ahora lo que existen son «expresiones fragmentadas de sectores que coincidimos».
«Hay que construir un protagonismo de las centrales sindicales, es una deuda que tenemos», aseguró Yaskiy, y subrayó: «la discusión va a pasar por quién paga las consecuencias de esta crisis, que nos agarró a nosotros con las defensas bajas en términos de la economía del país».