¿Existe la receta para ser más felices en el trabajo, mientras somos -a la vez- más productivos y nos sentimos menos estrés ? Parece que sí y la clave sueca para lograrlo pareciera haber sido ideada en la Argentina: se trata, sencillamente, de hacer una pausa de café y tener una charla.
Suena conocido. Bien podría ser la charla al lado del dispenser de agua o la recorrida distendida por los escritorios que ya practicamos. Resulta que estas prácticas en Suecia no son vistas como una pérdida de tiempo sino como algo que le suma a la empresa (y viene de una nación que según el International Business Report tiene uno de los niveles de estrés más bajos del mundo).
Va de la mano con la vida empresarial menos jerárquica. De las charlas y las pausas para el café participan también los jefes que se mezclan con los empleados para compartir ideas, planes y vacaciones.
De un promedio de diez minutos de duración, algunos consideran las fikas como un momento de trabajo. ¿Por qué? Por los lazos que pueden generar, que luego derivan en más trabajo, y por las ideas que pueden despertar.