El embajador argentino en España, Ricardo Alfonsín, dijo hoy estar «indignado» por la forma de actuar del radicalismo, tras los dichos de la titular del PRO, Patricia Bullrich, quien sugirió irregularidades en la negociación con el laboratorio Pfizer para la compra de vacunas contra el coronavirus, y espera que «se rectifique» porque el hecho «no existió».
«Hacer acusaciones de esta naturaleza sin aportar ninguna prueba y sabiendo perfectamente que no existen porque tal hecho no ocurrió es algo que no hay que hacer en política. Ahora Bullrich está empezando a decir que no dijo lo que dijo, espero que se rectifique», sostuvo Alfonsín esta mañana en diálogo con Radio 10.
Alfonsín sostuvo que los políticos están «obligados a ser ejemplares», pero también es necesaria una sociedad que sea «exigente con sus dirigentes» para que no difamen ni se hagan falsas denuncias y agregó que si no «nada va a cambiar».
En ese sentido explicó que está «indignado» con el radicalismo que «no dijo nada» al respecto porque «a nadie le ponen un revolver para que se calle la boca» y que hay un 30% de radicales que no pueden lograr que quienes están «en condiciones de que las cosas cambien» termine la alianza con el PRO.
Para Alfonsín el PRO tiene un «comportamiento, posiciones e ideologías» que no tienen «absolutamente nada que ver con la UCR» y agregó interpelando al resto de su partido: «¿A que le tienen miedo? ¿Qué es lo que hace que no digan que no comparten lo que ha dicho esta persona?» haciendo referencia a los dichos de Bullrich.
«Yo no creo que le tengan miedo a la dirigencia política o a los aliados, es a otra cosa. Yo creo que le tienen miedo a perder determinados respaldos», completó.
En ese sentido explicó que hay muchísimos radicales que comparten «el disgusto y el malestar» y una sensación de que «se les fue arrebatado el partido» y que por eso la UCR corre el riesgo de desaparecer históricamente desde el punto de vista de los valores y las ideas, por eso «habrá que crear un nuevo partido».
«Si la UCR hubiera estado defendiendo las ideas que defiende desde el 2015, ni Raúl Alfonsín, ni Crisólogo Larralde, ni Lebensohn, ni Arturo Illia, ni yo nos hubiéramos afiliado al radicalismo», remarcó.
Por último, explicó que Argentina no tenía una fuerza «suficientemente representativa», ni «competitiva electoralmente» de la derecha y eso se crea en 2015 desde «determinados grupos económicos, dirigentes y actores de la opinión pública» y agregó que la política de la oposición se equivoca porque «no va a ocurrir lo mismo que en 2015».
«Suponiendo que sean mayoría los que están disconformes con el gobierno, si lo que se le ofrece es una salida por derecha otra vez como en 2015 no la van a acompañar porque las recetas neoliberales no solo no han resuelto los problemas de las grandes mayorías, sino que los han agravado», concluyó.