Desde que en enero pasado se anunció en México la venta de un importante banco, tanto especialistas de arte como ciudadanos y el propio gobierno manifestaron su preocupación por el destino del acervo artístico de esa entidad, cuya colección alberga obras emblemáticas del capital cultural mexicano con piezas de artistas como Frida Kahlo, Diego Rivera, Remedios Varo y David Alfaro Siqueiros, por lo que quedó en evidencia que la operación financiera no sólo atiende a variables económicas sino también de interés patrimonial y simbólico, consignó la agencia AFP.
¿Por qué la venta de una colección privada se convierte en un asunto de interés e inquietud de carácter nacional? Lo que ocurre es que desde hace décadas, a través de la Fundación Fomento Cultural, Citibanamex es propietaria de uno de los patrimonios culturales más valiosos del país, con un sesgo artístico muy propio de México: unas 600 obras de arte, piezas de arte popular y edificios de la época virreinal son parte del acervo del banco, por lo tanto, parte también de su futura venta prevista para la primavera próxima. Los activos culturales, como dijo Alberto Gómez Alcalá, director de Desarrollo Institucional, Estudios Económicos y Comunicación de Citibanamex, «son parte integral e indivisible del proceso de venta». Esto significa que quien compre las operaciones de banca comercial en México también debe adquirir la colección de arte, aunque no hay un precio estimado porque «no importa el número en pesos y centavos que podamos dar», indicó Gómez Alcalá y agregó: «Por eso decimos que es invaluable y estamos seguros que así seguirá siendo», sostuvo el director. En la colección de arte hay obras de Frida Kahlo, Remedios Varo, Leonora Carrington, José Clemente Orozco, Diego Rivera y David Alfaro Siqueiros. Entre las más destacadas, está «Vendedora de alcatraces», pintada por Rivera en 1942, «Mujer con metate», del muralista Siqueiros, «Los frutos de la tierra», de Frida Kahlo (1938), o «Mujeres», de Rufino Tamayo (1930). En declaraciones a la agencia AFP, Angélica Velázquez, directora del Instituto de Investigaciones Estéticas de la Universidad Nacional Autónoma de México, dijo que «es sin duda una de las colecciones más importantes para poder recrear la historia de la pintura en México» y señaló: «Me parecería muy difícil que los próximos propietarios fueran insensibles al valor de la colección para el país». La preocupación que alerta a especialistas, e incluso al primer mandatario mexicano, Andrés Manuel López Obrador quien manifestó que iban a estar «pendientes», es que la colección se disemine o salga del país, aunque en este segundo caso hay obras que pertenecen al patrimonio nacional de modo que no pueden salir de México. «Estamos hablando de colecciones de arte de los mejores artistas, pintores de México y también del mundo», dijo el presidente a mediados de enero en una conferencia de prensa. Cuando la noticia se dio a conocer, Gómez Alcalá llevó tranquilidad al señalar que «en la historia del banco han habido varios dueños, y muchas veces han surgido, cuando hay un relevo en los dueños, inquietudes y preguntas». En este sentido, destacó: «La verdad lo que hemos visto es una constante, ese compromiso con la cultura por parte del Banco Nacional de México se ha mantenido. Y se ha mantenido porque es parte de su esencia, es parte de su ADN, es parte de su misma definición, no se puede distinguir. Es parte de un conjunto que no podemos dividir. Amparado en esa historia, creemos nosotros que va a pasar lo mismo».