El encuentro plenario del Consejo del Salario Mínimo, Vital y Móvil entre sindicalistas, funcionarios y empresarios concluyó de forma casi intempestiva esta tarde en la cartera laboral, luego que las tres centrales obreras rechazaron de plano la oferta patronal de aumento del valor de ese ingreso en un 20,3 por ciento, en tres tramos.
Ante la ausencia de un acuerdo, el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social resolvió elevar a través de un laudo la pauta del mínimo salarial que debe percibir un trabajador soltero en la Argentina por la jornada laboral acordada a $10.000, lo que equivale a un aumento del 24%. Los montos serán actualizados en 3 tramos, $8.860 a partir de julio, $9.500 en enero y $10.000 en julio.
Lo novedoso fue que por primera vez desde el funcionamiento del organismo no se lograron finalmente consensos y que el gobierno nacional fijaría por decreto o laudo el nuevo valor del haber mínimo.
El integrante de la delegación de la Central de los Trabajadores Argentinos (CTA) y dirigente docente bonaerense, Roberto Baradel, afirmó hoy a Télam que las tres centrales rechazaron la propuesta empresaria de un 20,3% en tres tramos (julio de 2017, enero y julio de 2018), y aseguró que «el gobierno nacional fijará por decreto el ingreso por primera vez, pero no superará el 20 por ciento», por lo que adelantó que «se evaluará una protesta».
La CGT y ambas CTA rechazaron de forma total «la propuesta», por lo que el encuentro concluyó casi de manera intempestiva.
Esta es la primera vez en la historia desde la creación del organismo que gremialistas y empresarios no alcanzan un acuerdo.
Pablo Micheli, jefe de la Central de los Trabajadores de la Argentina Autónoma (CTAA), evaluó que «la propuesta fue una verdadera vergüenza» y confirmó que «es hora de evaluar una protesta nacional y paros entre todos los sindicatos».
Baradel subrayó que de ninguna manera habrá «una nueva convocatoria para continuar la reunión plenaria» y explicó que de acuerdo con los mecanismos determinados por el organismo «las conversaciones informales para alcanzar consenso se realizaron durante toda la mañana en la Comisión del Salario Mínimo».
«Por lo tanto, no había esta tarde resquicio alguno para continuar la informalidad. Las centrales propusieron elevar el mínimo a 15.000 pesos, teniendo en cuenta el valor de los productos de la canasta básica alimentaria y, los patrones, ofertaron por contrapartida un 20,3 por ciento en tres cuotas, que recién terminaría de abonarse en julio de 2018. No tenía más sentido ese encuentro. Allí concluyó», puntualizó Baradel a esta agencia.
Otro de los protagonistas, Claudio Marín (secretario Gremial de la CTA y adjunto de la Federación de Obreros y Empleados Telefónicos -FOETRA Buenos Aires-) rechazó «el comportamiento empresario y las coincidencias sutiles del gobierno con una propuesta irrisoria».
«Era inaceptable. La CGT también la rechazó de plano. Nadie puede vivir ya en esta Argentina bajo la línea de la pobreza», afirmó.
Marín integró la delegación de la CTA Yasky -quien no participó por haber viajado a un Congreso en Roma- junto con Baradel, Pedro Wasiejko (neumático) y Edgardo Llano (personal aeronáutico), en tanto Micheli fue acompañado por Hugo Blasco y Cristina Chiste.
Según los dirigentes de todas las centrales, habrá reuniones de cada una de las conducciones -por separado- en los próximos días y, luego, comenzarán las conversaciones para evaluar «la mejor forma de protesta ante la insensibilidad de patrones y gobierno».
Las reuniones de las comisiones del Consejo habían comenzado poco después de las 10 de hoy y, a las 16.10, se inició la plenaria definitiva, que debió ser suspendida media hora por diferencias.
Si bien la dirigencia de la CGT había sido cautelosa en los últimos días respecto de las posibilidades de alcanzar los 15.000 pesos, esta mañana el camionero Pablo Moyano aseguró que la central obrera demandaría al igual que las CTA ese ingreso, lo que había sido anticipado la semana anterior por el triunviro Juan Carlos Schmid, aunque luego afirmó que «había que discutir».
El actual mínimo, vital y móvil es de 8.060 pesos y, una suba del 22 por ciento -según los comentarios previos- lo hubiese ubicado en 9.672 pesos en tres cuotas o tramos anuales.
Esos 8.060 pesos se pagan desde enero último, luego de haber sido elevado de 6.060 a 6.810 el 1° de junio de 2016 y a 7.560 a partir de septiembre de ese año, pero las conversaciones de último momento entre las centrales determinaron rechazar una oferta empresaria que no se acercase a los 14.500 o 15 mil pesos.
«No es posible aceptar que el mínimo se ubique por debajo del valor de los productos de la canasta básica alimentaria», ratificaron Micheli, Baradel y Wasiejko, en tanto Moyano (h) fue más allá y acusó de «insensibilidad absoluta al gobierno».
Como está estipulado en las facultades del organismo, ahora Trabajo podrá laudar y fijar un nuevo valor para el mínimo, aunque es la primera vez que ocurriría a partir de sus costos políticos.
Mientras se realizaba la negociación, el frente de la cartera laboral de la Avenida Leandro N. Alem al 600 era ocupado por compactas columnas de manifestantes estatales, docentes, movimientos sociales y el sector de la CTA Autónoma de Ricardo Peidro y Hugo Godoy, opuestos a la conducción de Micheli.