La apuesta por el teatro musical de producción en Argentina, que encontró en “Matilda” un notable espaldarazo, motivó al grupo de productores a redoblar la apuesta para 2024 donde, además del regreso veraniego de aquel suceso, anuncia dos títulos de fuste: “Legalmente rubia” y “School of Rock”.
El empresario teatral Carlos Rottemberg, integrante de los equipos impulsores de las tres puestas, adelantó a Télam que “Legalmente rubia” se estrenaría en marzo y “School of Rock” llegaría a fines de mayo al escenario del Gran Rex, mismo reducto que fue sede de “Matilda” y que acogerá las funciones de verano sobre la pequeña heroína a partir del 12 de enero.
“Muchos creemos que ‘Matilda’ abrió una bisagra y estas dos nuevas propuestas vienen a solidificar esa apertura para que el teatro musical de producción se instale definitivamente en Argentina”, señala Rottemberg durante una entrevista con esta agencia.
Camino al medio siglo de actividad generando obras que pone en sus salas en Buenos Aires y Mar del Plata y en otros escenarios del país, el teatrista considera que “el teatro musical no termina de industrializarse y penetrar en el país”.
“Esa escuela de espectáculos que funciona en Nueva York y Londres, que está empezando a establecerse en Madrid y también se afirma en Ciudad de México y hasta en San Pablo, no ocurre con la necesaria fuerza acá en relación a la capacidad y el talento de los artistas argentinos”, evalúa el propietario del Multiteatro, el Multitabaris y el Liceo.
El boom alcanzado por “Matilda” –llegó a 140 mil localidades vendidas en apenas ocho semanas- con una propuesta que como bien puntualiza Rottemberg se alcanzó a partir de un título “que no venía de la televisión ni tenía la popularidad masiva de personajes universales”, invita a lograr que el teatro musical de envergadura siga la senda vernácula de los conciertos y del teatro de prosa.
“Matilda”, traída al país por la reunión entre Carlos y Tomás Rottemberg, Valentina Berger de GO Broadway, Mariano Pagani de MP y Pablo Kohlhuber y Fernando Moya de Ozono Producciones, sentó un precedente sobre el que varios de sus mentores deciden seguir empujando.
“Legalmente rubia”, basada en la novela “Legally Blonde” que Amanda Brown publicó en 2001 y ese mismo año llegó al cine con dirección de Robert Luketic y protagónicos de Reese Witherspoon y Selma Blair, tuvo su versión de teatro musical a partir de 2007 con presentaciones en Estados Unidos y puestas internacionales que llegaron a Londres y Madrid (en la ciudad española desde el próximo mes).
Aquí se hará a partir de la asociación de Carlos y Tomás Rottemberg con Valentina Berger y Mariano Pagani.
En el caso de “School of Rock”, se trató de una comedia musical que llegó a los cines en 2003, dirigida por Richard Linklater y protagonizada por Jack Black, y que desde 2015 se afirmó sobre tablas haciendo temporadas en Estados Unidos y Londres para en septiembre próximo recalar también en la capital de España.
La propuesta argentina que tomará el lugar que “Matilda” inventó en la enorme sala del centro porteño, reúne a los Rottemberg con Pagani y las firmas Ozono y Preludio.
Además de las recurrentes presencias de los Rottemberg y Pagani, los equipos creativos en torno a ambos títulos locales recogerán lo cosechado por la experiencia con “Matilda” ya que repetirán rubros esenciales con Ariel Del Mastro en dirección general, Marcelo Caballero en dirección de actores y la producción a cargo de la dupla Maga Altman-Laura Casadiego.
A la espera de definir sobre fin de año el resto de los equipos y el casting actoral, Rottemberg considera que para llevar adelante estos nuevos títulos “se expresa una filosofía que compartimos todos quienes nos estamos juntando para esto que es reinvertir en lo que creemos”.
“En lo personal –se explaya- lo hice siempre, que fue, como tantas veces dije, agrandar la empresa de teatros a partir del acompañamiento del público. Y entonces me parece que tiene que ver con ese círculo virtuoso que se llama producción, y en el que yo creo desde toda la vida”.
«La situación del país hoy está como está, pero no nos olvidemos, y tomo el ejemplo de “Matilda” donde la única participación del dólar es un adelanto que después se recupera por la ley del autor que se lleva el 10 por ciento de la taquilla. Todo lo demás es un producto y una versión netamente argentina.»
Carlos Rottemberg
-Sin embargo asumir los costos de espectáculos de semejante magnitud y comprar derechos de obras internacionales en el actual contexto parece significar una empresa desmesurada…
-Como empresario yo no freno en épocas malas, el empresario tiene obligaciones y tiene que responder tanto cuando viene mejor como cuando viene más flojo. Respondo a una premisa que tantas veces repetí “el riesgo es la justificación moral del empresario”. Pero también acordemos que la actividad teatral y musical en el país, superada la pandemia, está teniendo el acompañamiento del público y eso también te envalentona. El público permitió no solamente cubrir un costo que parecía imposible, sino que con su afluencia además generó una utilidad que hoy se transforma en más trabajo, en más contratos, en más teatro. Así que por un lado es bastante simple explicar la ecuación pero tomando nota de la envergadura del proyecto y de las decenas y decenas de personas que trabajan para poder hacerlo es que nos unimos grandes productoras por el riesgo que conlleva. En esto haría un paréntesis y una mención muy especial en el productor Mariano Pagani que vive entre Madrid y Buenos Aires y al que podemos llamarlo el gran factótum de estos espectáculos.
-¿Estas propuestas pueden llevarse adelante aunque el país parezca no acompañar?
-Sobre la situación país, recuerdo que “Matilda” se empezó a formar en marzo de 2021 en plena pandemia (ante una iniciativa de la productora Valentina Berger, como ahora lo hizo acercando “Legalmente Rubia”) y cuando todavía faltaban meses para que llegue la última ola, que fue en enero del año siguiente con la variante Omicron de coronavirus. La situación del país hoy está como está, pero no nos olvidemos, y tomo el ejemplo de “Matilda” donde la única participación del dólar es un adelanto que después se recupera por la ley del autor que se lleva el 10 por ciento de la taquilla. Todo lo demás es un producto y una versión netamente argentina. Por lo tanto, lo que cambia es que trabaja cualquier cantidad de gente argentina. Por eso, me parece que es importante marcar que no es un espectáculo que viene de afuera, es solamente un libro que viene de afuera, base para hacer una gran versión local de un espectáculo enteramente nacional como quedó demostrado.