Miranda! desató anoche una auténtica fiesta pop, tanto en cuanto al aspecto musical como a su colorido, al convertir el estadio de Ferro Carril Oeste, del barrio porteño de Caballito, en un imaginario hotel que sirvió de contexto para repasar, junto a más de una decena de figuras invitadas presenciales y virtuales, los grandes éxitos cosechados en más de dos décadas de trayectoria.
«Hotel Miranda!» es justamente el nombre del disco publicado este año, que lanza esta mirada retrospectiva, y que fue acompañado por una serie de videoclips, junto a diversos artistas, con las instalaciones de un hotel como escenario común que une las diferentes historias.
Ese concepto fue reproducido en el concierto que cerró para el dúo conformado por Ale Sergi y Juliana Gattas un año que, hacia la mitad, tuvo una serie de presentaciones en el Luna Park que preludiaron esta consagratoria velada.
Lali, la chilena Francisca Valenzuela, Cristian Castro, Emilia Mernes, Goyo de Bandalos Chinos, Dillom, Emmanuel Horvilleur, Juan Ingaramo, FMK y Luck Ra fueron los invitados que dijeron presente en el «hotel»; en tanto que Andrés Calamaro, Chano, Sofía Reyes, María Becerra y Ca7riel, lo hicieron de modo virtual.
Pero más allá de estas rutilantes colaboraciones, sin dudas la noche tuvo un brillo propio por la fantástica puesta en escena y el irresistible pop del que hizo gala la dupla Sergi-Gattas.
Es que desde el inicio, con la fachada del hotel como fondo del escenario y pantallas a los costados que viajaban por pasillos y habitaciones, y un paso de comedia protagonizado por dos supuestos botones, el concepto fue tomando forma e inició un desarrollo que terminaría siendo central en el muy buen show brindado por la banda.
El despliegue de un cuerpo de bailarinas ataviadas como personal de limpieza y bailarines uniformados como el personal de un resort, los trucos escenográficos que llevaron a la peluquería o al gimnasio del establecimiento, los coloridos ropajes, la iluminación, y las bombas de humo fueron completando el atractivo cuadro visual.
Pero no se trató solo de un show para el ojo, pues también hubo un sensacional pop de canciones plagadas de brillo, que se movió por la variada gama que los sintetizadores le dieron al género.
Allí, Miranda! jugó con su conocido histrionismo, sacó a relucir sus característicos falsetes y exprimió su propio universo en el que conviven lo kitsch, el pop tecno de finales de los ’80, Almodóvar, Pimpinela, los culebrones y El Club del Clan, por citar algunas variadas referencias.
Todo eso apoyado en la base conformada por la baterista Ludo Morell, y el bajista y guitarrista Gabriel Lucerna, quienes se las ingeniaron para que su aporte orgánico destacara por sobre el resto de la instrumentación disparada como pistas.
Así se sucedieron a lo largo de dos horas casi una treintena de canciones que prácticamente no dejaron disco del dúo sin recorrer.
Como se mencionó antes, el espectáculo se puso en marcha con un sketch entre dos botones del hotel, quienes impactados por el lleno total que presentaba el estadio, fueron a buscar a los gerentes, que no eran otros que Ale Sergi y Juliana Gattas.
«Por amar al amor», «Hola», «743» y «Dice lo que siente» marcaron sin interrupciones un inicio a puro baile que iba a mantener su tono durante el resto del concierto. Tampoco hubo espacios entre canción y canción para alocuciones; bastó un simple «buenas noches, Buenos Aires. Bienvenidos al Hotel Miranda!» de Ale Sergi como único saludo.
Es que sobraban las palabras entre el poder de las canciones y las enérgicas performances para que el contacto con el público estuviera todo el tiempo en su punto justo.
Cristian Castro fue el primer invitado, quien se montó al histrionismo de Miranda! con una bufanda de plumas y un estampado pijama para una versión de «Prisionero».
«Lo siento por tí», el tema de Juliana como solista «Maquillada en la cama» y «Puro talento» fueron el interludio hasta la llegada del siguiente invitado, Goyo Degano, de Bandalos Chinos, en la canción «Navidad», con un hotel decorado a tono con esa especial fecha del año.
Los aires de bolero de «Tu misterioso alguien» trajo a Andrés Calamaro desde la pantalla, le siguió «Nadie como tu» y continuó con un enganchado que hizo desfilar por el escenario a Luck Ra, Emilia y FMK, este último acompañado de manera virtual por María Becerra.
En el primero de los casos, «Si me disculpo ahora» acercó ritmos cuarteteros, mientras que Emilia puso dramatismo con «Uno de los dos» y FMK la cuota de trap en «Perfecta».
Luego de «Extraño», la lista de invitados sumó a Dillom para «Dos» y a Francisca Valenzuela en la festiva «Enamorada», que contrastó con la melancólica «Duran Duran», cantada por el dúo desde una plataforma que los elevó varios metros del escenario.
Chano captó un momento de atención cuando apareció de manera virtual en «Mentía», «Ritmo y decepción» y «Otra vez» dejó al dúo un rato solos aunque sin que ello haga perder el pulso bailable, hasta que Emmanuel Horvilleur y Juan Ingaramo irrumpieron en «Traición».
El sprint final se conformó con «Fantasmas», «Ya lo sabía» con una Sofía Reyes virtual y la celebrada aparición de Lali en «Yo te diré». «Me gustas tanto» y «Don» con Ca7riel en la pantalla dieron el cierre formal.
Para los bises, Miranda! viajó a su disco debut «Es mentira», de 2002, para traer «Imán», interpretada mientras la pareja se trasladaba por todo el campo de juego en un gigantesco carruaje con forma de cisne; y «Romix» en un escenario con otro cisne inflable de fondo y en medio de explosiones con papel picado y bombas de humo.
La inolvidable celebración que bajó el telón con una lluvia de fuegos artificiales, sin dudas, quedará como un hito en la historia del dúo; la noche en que el pop que en sus inicios fue objeto de no pocas burlas ganó con el tiempo su batalla personal.