Dirigentes de primera línea de los diferentes espacios del peronismo se reunieron en las últimas horas en una cumbre de urgencia en la capital bonaerense con el gobernador Axel Kicillof como anfitrión, y quien será uno de los principales referentes de la reorganización del PJ que ya tiene una meta a corto plazo: frenar el decreto de necesidad y urgencia (DNU) del presidente Javier Milei.
Mientras todavía quedan algunas miradas de reojo, dudas y reclamos entre distintos sectores del peronismo por el desempeño electoral en la provincia de Buenos Aires, el distrito emerge a la vez como la cuna de la resistencia peronista.
Kicillof es asimismo el único de los referentes que resultó ileso de una derrota nacional muy dura para el PJ y sus aliados, porque además perdió el apoyo de sectores sociales vinculados a la historia del justicialismo.
En un contexto de incertidumbre y búsqueda de nuevos liderazgos que permitan hacer efectiva la renovación y la reorganización partidaria, el peronismo se reagrupó rápidamente luego del DNU 70/2023, que implica una profunda desregulación de la economía, deroga múltiples leyes y normativas y apunta a avanzar en la privatización de empresas públicas.
En la mesa de la Gobernación bonaerense dijeron presente, además de Kicillof, el presidente del PJ bonaerense, Máximo Kirchner; el exministro de Economía y excandidato presidencial Sergio Massa; el titular del Frente Patria Grande, Juan Grabois, e intendentes, legisladores nacionales y provinciales y referentes regionales.
Esto fue celebrado por los experimentados conocedores de las estructuras del justicialismo porque «en la lucha, el peronismo se reorganiza mejor y mucho más fácil», además de que Milei «nos dio una razón para estar todos unidos», reflexionó un histórico dirigente del interior.
Si bien más de uno mira con desconfianza a los gobernadores que integran Unión por la Patria (UxP) por su influencia con los diputados y senadores nacionales a la hora de votar ciertas leyes, los mandatarios no dudaron en firmar un documento en el sentaron una posición clara contra el Gobierno nacional por el dictado del DNU y por reponer el impuesto a las Ganancias sin escuchar la propuesta de los jefes provinciales opositores, que sugerían coparticipar el impuesto al cheque.
En este punto, el actual ministro de Infraestructura bonaerense, Gabriel Katopodis, uno de los dirigentes justicialistas que más campaña hizo a favor de Massa en la calle, lanzó una advertencia luego de participar de la cumbre junto a Kicillof.
Sin vueltas, sostuvo que «existe una posición firme del PJ liderado por Kicillof» contra las medidas de ajuste del Gobierno nacional, pero además efectuó una advertencia interna: «Vamos a estar muy de cerca mirando quién vota este paquete del DNU».
«Ahora, hay una militancia y una ciudadanía que nos está mirando cómo los defendemos y cuidamos y no cómo resolvemos la interna del PJ», dijo el exintendente de San Martín, que reforzó el mensaje ante los gobernadores de UxP un mensaje que sale del seno del peronismo bonaerense: «Ninguno va negociar el litio o una cláusula para su provincia porque la gente nos está mirando».
Al analizar el futuro del movimiento nacional como espacio opositor, consideró que «el peronismo va a encontrar su camino de reorganización cerca de la gente y la capacidad de salir a protestar que tiene la sociedad argentina en contra del ajuste» porque «las decisiones que el Gobierno va tomando son las que nos van a ir juntando».
Y continuó: «El peronismo tiene que resetearse, vaciarse y llenarlo de a poco con una alternativa que sea creíble porque, en definitiva, perdimos una elección, pero no perdimos la capacidad de representar y cuidar a los laburantes».
En esta disputa por la conducción del PJ a nivel nacional, el propio Katopodis subrayó que «Axel (Kicillof) viene marcando con mucha claridad la iniciativa y la agenda dialogando con los gobernadores, intendentes y el movimiento obrero».
En esa búsqueda del liderazgo del peronismo en la oposición con vistas al 2027, la renovación de las estructuras partidarias deberá esperar porque el mandato del actual presidente del Consejo Nacional del Partido Justicialista (PJ), Alberto Fernández, vence en mayo de 2025.
Al contrario de los usos y costumbres del justicialismo, Fernández no presentó su renuncia al perder las elecciones, sino que dejó en claro su intención de continuar en ese rol.
«Sigo en permanente contacto con los dirigentes de mi partido para hacer frente a los acontecimientos imperantes. Prontamente estaré de regreso para seguir trabajando como un militante más junto a los compañeros y compañeras, en unidad, ante la catastrófica situación económica que resultará de las medidas adoptadas por el actual Gobierno nacional», escribió el expresidente en sus redes sociales.
Dentro de la militancia peronista, las palabras y acciones de Kicillof contrastan con el silencio de Massa y de la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner.
Ante la ausencia de mística popular con discursos que guíen el futuro del justicialismo, se hizo viral una canción con rémoras de los paros generales que organizaba el sindicalista cervecero Saúl Ubaldini durante el Gobierno del radical Raúl Alfonsín.
El peronismo está en movimiento con Kicillof y la CGT, mientras la mística justicialista está en manos de sectores de la dirigencia, como el caso del exsecretario de Comercio Guillermo Moreno Moreno, a quien se lo vio cantar fervoroso junto a la militancia en un acto de fin de año de su agrupación, Principios y Valores: rápidamente, con el mega DNU dispuesto por Milei, el peronismo se pone de pie.