Especialistas del Conicet participaron como observadores científicos en la Tercera Sesión del Comité Intergubernamental de Negociación, en el marco del Programa para el Medio Ambiente de Naciones Unidas (ONU) y calificaron a la iniciativa como «histórica en términos ambientales con el objetivo de reducir la contaminación plástica», se informó hoy oficialmente.
En Nairobi (Kenia), en la sede de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma) se llevó a cabo la Tercera Sesión del Comité Intergubernamental de Negociación (INC-3) creado para diseñar el Tratado Global de Plásticos para el año 2025, indicó el Conicet a través de un comunicado.
Asistieron al encuentro las delegaciones de 175 países negociadores, incluido Argentina representada por Andrés Arias, investigador en el Instituto Argentino de Oceanografía, y Marina Fernández, investigadora en el Instituto de Biología y Medicina Experimental.
De acuerdo con los especialistas, en esta tercera reunión se discutió el texto del borrador cero del tratado -producido entre la segunda y la tercera reunión- que incluye los objetivos, obligaciones y medios de implementación.
«Se trata de una iniciativa global, histórica en términos ambientales con el objetivo de reducir la contaminación plástica, incluida la contaminación de los océanos y los microplásticos, durante todo el ciclo de vida del plástico», señaló Arias.
A su vez, indicó que el tratado «busca proteger la salud, salvaguardar los derechos humanos y preservar la Tierra, nuestro hogar común», para el que se necesita «un enfoque global y legalmente vinculante para todos los países».
Por su parte, Fernández comentó sobre algunos de los desafíos para abordar en la cuarta reunión, como la necesidad de «acordar algunas definiciones, por ejemplo, que cuando hablamos de contaminación plástica no nos referimos únicamente a basura plástica. Esta definición es limitada, y limitaría los alcances del tratado».
«Una definición más amplia, que considere todo el ciclo de vida del plástico, así como la que se propone en la resolución 5/14 de la UNEA, nos ayudaría a lograr un tratado efectivo y que proteja a la salud humana y ecosistémica», agregó.
También destacó la importancia de «buscar maneras efectivas de colaborar como científicos con los estados miembros del comité. Como científicos, lo que buscamos es sintetizar la información disponible para acercarla a los estados que van a negociar el tratado».
Entre los temas que se abordaron en la sesión se encuentra la promoción del consumo y la producción sostenible de plásticos y los efectos de la contaminación con plástico sobre la biodiversidad, incluyendo a los océanos y el medio marino, así como la toxicidad, químicos y los riesgos potenciales para la salud humana.
También se trató la economía circular de los plásticos y la gestión ambiental de los residuos incluida la recogida, clasificación, reciclado y desafíos socioeconómicos a nivel global.