A tres semanas de haberse constituido, la Comisión Bicameral de Trámite Legislativo se reunió otra vez y diagramó para la próxima semana una nueva agenda de trabajo que consta, entre otras cosas, de una nueva citación a los funcionarios nacionales para que expliquen el impacto y el alcance del Decreto de Necesidad y Urgencia 70/2023.
La moción fue propuesta por el diputado e integrante de la Bicameral Nicolás Massot, de Hacemos Coalición Federal. Si bien Massot propuso que la convocatoria a los funcionarios fuera para el próximo martes, cambió su postura tras la intervención del vicepresidente de la comisión, Hernán Lombardi (PRO).
Lombardi hizo énfasis en que resultaba apretado el calendario. Massot accedió y sobre el final del encuentro, que inició pasada las 14 y concluyó a las 16, se puso a votación la moción resultando afirmativa. Tuvo el acompañamiento no solo de La Libertad Avanza, sino también de la Unión Cívica Radical (UCR), el PRO y bloques federales.
Además, el cronograma propuesto por Massot incluye una reunión para el martes con los asesores de cada espacio que tendrá como objetivo ordenar los más de 100 DNU que tiene pendiente de estudio la comisión de Trámite Legislativo, luego de que un grupo de legisladores los incluyeran en el temario de discusión.
Anteayer, diputados y senadores -alineados abiertamente- al oficialismo presentaron un pedido para que la Bicameral, que tenía como principal foco de estudio el polémico DNU 70/2023, trate antes los DNU que aún están pendientes de análisis durante la presidencia de Alberto Fernández.
La maniobra fue accionada por Lombardi (PRO), acompañado por los senadores Juan Carlos Romero (Cambio Federal), Luis Juez (PRO) y Víctor Zimmermann (UCR) y Francisco Monti (UCR). El accionar esconde un blindaje para la vicepresidente y titular del Senado, Victoria Villarruel, quien se encuentra contra las cuerdas para habilitar la discusión del DNU en el recinto.
Villarruel ya recibió reiterados pedidos por parte del bloque de Unión por la Patria (UP) y bloques federales para que el decreto que dictó el presidente Javier Milei, en diciembre pasado, sea discutido en el recinto de la Cámara baja. La abogada y ex diputada dilató los pedidos para ganar tiempo a que se conformara la Bicameral, hecho que ocurrió hace tres semanas.
Sin embargo, eso no despejó la posibilidad de que el decretazo, que desregula la economía y desburocratiza el Estado, pueda ser tratado. Este fuerte respaldo del PRO, y más llamativo, de la UCR, se da a pocas horas de que los gobernadores se reúnan con el ministro del Interior, Guillermo Francos, en la Casa de Gobierno, para allanar el camino hacia el Pacto de Mayo.
Ese fue uno de los argumentos que esgrimió Unión por la Patria durante la ronda de debate de esta tarde, en el Salón Arturo Illia del Congreso de la Nación. La pirotécnica diputado Ana Carolina Gaillard cargó fuertemente contra parte de los integrantes de la comisión: “¡Déjense de hacer los pelotudos!”.
“Acá hay cómplices de esta maniobra dilatoria, no es solo La Libertad Avanza, es el PRO y es parte de la Unión Cívica Radical, que no se asumen en su responsabilidad de diputados y senadores para sentarse en el recinto y rechazar el DNU”, arremetió Gaillard.
La convocatoria al Pacto de Mayo que realizó Milei en su discurso de apertura de sesiones ordinarias, sumado al intento de reflotar parte de la ley de Bases, reconfiguró la arena política en pocas horas. En este nuevo escenario, Villarruel, apoyada en los bloques nombrados anteriormente, encontró una nueva herramienta para dilatar la discusión en el hemiciclo.
Francos tiene previsto recibir mañana a varios gobernadores que, de encauzar algún tipo acuerdo, podrían devolverle a Villarruel la paridad en los números para mantener en resguardo el DNU 70/23. La vice logró en diciembre alinear a varios bloques para conseguir una mayoría (37 votos) que le permitió designar a las autoridades del cuerpo que preside.
Ese esquema lo mantuvo hasta que hace pocos días cuando bloques federales, entre ellos un radical, pidieron por el tratamiento del DNU el recinto. El documento tiene la firma de 9 senadores no kirchneristas, entre ellos un radical. Esto quiere decir que, con esos 9 senadores, sumados a los 34 que posee el kirchnerismo, el DNU podría ser volteado en la Cámara alta.