La iniciativa de recabar, proveer y distribuir noticias como un insumo bajo determinados estándares de veracidad, claridad y responsabilidad social tuvo origen en Francia en 1835 con la agencia Havas (hoy AFP). Al ritmo de la propia evolución tecnológica de los medios de comunicación nacieron distintas versiones; agencias noticiosas, redes, multimedios, proyectos mixtos.
Algunos ejemplos emblemáticos de agencias noticiosas con historia son: Associated Press (Estados Unidos, 1848), Reuters (Inglaterra, 1851), TASS (Rusia, 1904), UP (Estados Unidos, 1907), BBC (Inglaterra 1927) Xinhua (China 1931), EFE (España, 1935), Télam (Argentina,1945), ANSA (Italia 1945), DPA (Alemania 1949), Europa Press (España, 1953), NPR (Estados Unidos, 1967) entre las principales con alcance internacional. Hoy, las agencias proveen información periodística a sus abonados mediante un servicio noticioso regular en formato escrito, audiovisual, infográfico, fotográfico.
¿Cómo se financian las agencias noticiosas del Estado en Europa, América y otras regiones?
Los modelos, todos vigentes y exitosos en la actualidad son 100% estatales, mixtos o cooperativos con participación estatal. Algunos casos:
BBC Entidad pública íntegramente solventada por el gobierno británico. Provee a medios como agencia noticiosa a través de BBC news, comprende 49 radios, 10 canales de televisión, provee además de información, contenidos culturales y educativos.
EFE Fue 100% estatal hasta 2001, año en que admitió un mínimo porcentaje de inversores privados, bajo la figura “Sociedad Estatal de Participaciones Industriales”. Tiene 3100 cronistas en 110 países y distribuye 3 millones de noticias al año en los diferentes soportes informativos: texto, fotografía, audio, video y multimedia, que llegan diariamente a más de 2000 medios en el mundo
AFP Sostenida en un 40%, por el Estado francés, su principal cliente. Cuenta con 2.400 cronistas en 151 países. Junto a Reuters y Associated Press, es líder mundial en su género.
NPR Agencia del Estado, hija de la Ley de Radiodifusión Pública que sancionó el congreso estadounidense en 1967. Fue radio hasta expandirse en: “una organización de noticias cuyo trabajo, ya sea al aire o en línea, aspira a las alturas del servicio público”. Dice su web, y agrega: “En una época de fragmentación mediática, ofrecemos periodismo independiente basado en hechos que examinan y respetan diversas perspectivas”. La encuesta E-Poll Market Research 2022 la ubica en el primer lugar de “Confiabilidad” en marcas de noticias en los Estados Unidos, por encima de The New York Times, MSNBC y Fox News.
Associated Press Cooperativa estadounidense con participación mayoritaria de periódicos, y estaciones de radio y televisión más contribuyentes en su país y suscriptores extranjeros. Despliega 250 corresponsalías en 121 países.
ANSA Cooperativa formada por 36 socios, editores de los principales diarios de ese país. Es la mayor agencia de Italia y una de las principales a nivel global. 81 oficinas en 74 países, que producen más de 2000 notas al día. Ofrece servicios informativos audiovisuales de alta calidad. Cuenta con un “sistema de certificación de noticias mediante tecnología Blockchain para controlar el flujo de sus noticias, de forma que no puedan ser utilizadas o divulgadas de forma inapropiada, garantizando al lector la máxima calidad y fiabilidad de la fuente” así descrito en su sitio web.
Télam Es la primera y principal agencia de noticias latinoamericana con el servicio fotográfico más vasto de la región, que a su vez provee a países de todo el planeta. Durante 2022 produjo 226.812 noticias y fotos que concitaron 4.103.273 descargas de su página web por parte de medios locales y extranjeros.
¿Qué caracteriza a una agencia noticiosa estatal?
Afianzadas en la postguerra, las agencias fueron evolucionando tecnológicamente. De la mano de ese crecimiento, el propio debate acerca del flujo informativo, la dependencia tecnológica y un potencial Nuevo Orden Mundial de la Información y Comunicación (NOMIC) motivó en 1982 un documento impulsado por UNESCO –Informe MacBride– donde se plantea la necesidad de equilibrar las dinámicas de información entre países ricos y subdesarrollados. Esa exigencia, sumada a la velocidad de transmisión de contenidos –Internet mediante– renueva la imprescindible función de agencias públicas en las principales democracias del mundo, frente a oligopolios multinacionales del rubro informativo.
Así como una ruta aérea o ferroviaria constituye un servicio necesario de conectividad en función del desarrollo regional, una agencia noticiosa, como medio, recoge, abarca, comunica y nutre sinérgicamente –desde y hacia los epicentros– el acceso comunicacional
Hoy, privadas, públicas o mixtas, las agencias comparten mercado, pero con distintos niveles de responsabilidad. La agencia estatal no prioriza la venta de su insumo sino la calidad y necesidad colectiva de su alcance. Pertinencia, objetividad, transparencia, imparcialidad, derechos humanos y códigos de ética específicos la rigen, en consonancia con las obligaciones del Estado que la respalda. Así, garantiza la pluralidad de voces, promueve iniciativas federales y solidarias; No persigue objetivos prioritariamente comerciales sino de interés público, que redundan en el mismo sentido, en beneficio colectivo.
Así como una ruta aérea o ferroviaria constituye un servicio necesario de conectividad en función del desarrollo regional, una agencia noticiosa, como medio, recoge, abarca, comunica y nutre sinérgicamente –desde y hacia los epicentros– el acceso comunicacional de múltiples comunidades, a veces limitadas geográficamente. Lo hace divulgando alertas, emergencias humanitarias, oportunidades sociales; en definitiva, información. No hay agencia privada –dada la propia lógica lucrativa que las impulsa– que cumpla este rol.
El peligro viral de la información inexacta
Análogamente, allí donde ninguna organización médica privada instalaría un sanatorio de alta complejidad por no contar con una clientela potencial de capacidad adquisitiva que justifique esa inversión, el Estado –a través de sus medios y agencias– recoge y provee un servicio imprescindible para comunidades fuera del radar de privados.
La ausencia de una agencia noticiosa estatal representa un obstáculo para la diversidad del escenario informativo. Si consideramos que los canales digitales pueden viralizar una falsedad en tiempo récord, dejar vacío este espacio constituye un peligro objetivo. Dicha peligrosidad se agiganta si consideramos la magnitud del poder corporativo mediático dirigido a sus propios intereses por encima del de países, colectividades e individuos.
La pandemia desnudó una proliferación de inexactitudes, mitos, rumores dignos de la “post-verdad” en su máxima expresión: y aun cuando ni la contundencia de las cifras objetivas proporcionadas ni el rigor científico alcanzaran para disuadir a los negacionistas, las agencias noticiosas estatales del mundo informaron con verdad objetiva y científica.
La atomización informativa reclama a su vez la presencia del Estado en su circuito. Hoy, una fake news puede –directa o indirectamente– fragilizar un sistema constitucional, violar los derechos humanos, desatar una debacle financiera nacional, regional o global. La herramienta más poderosa para neutralizar difusiones apócrifas es la información veraz. Fidedigna, verificada.
A modo de ejemplo: la reciente pandemia puso en foco una proliferación de inexactitudes, mitos, rumores dignos de la “post-verdad” en su máxima expresión: ni la contundencia de las cifras objetivas proporcionadas ni el rigor científico hubiesen alcanzado para disuadir a los negacionistas. Hubo incluso primeros mandatarios del mundo que negaron la letalidad del virus. Las agencias noticiosas estatales del mundo informaron con la verdad objetiva y científica.
Otro aspecto central de una agencia estatal de noticias es su carácter nacional y federal, en términos de las comunidades en donde se asientan para poner foco en los acontecimientos y las perspectivas que interesan, tanto en los epicentros urbanos como en regiones periféricas o limítrofes, abarcando públicos de las comunidades en que interactúan.
El caso Télam
La confiablidad de una agencia noticiosa estatal está garantizada por protocolos específicos que implican el chequeo de fuentes mediante distintos canales, la experiencia y trayectoria de sus cronistas con nombre y apellido, la posibilidad de alianzas y convenios horizontales con agencias colegas que enriquezcan o rectifiquen el material circulante, entre otros factores. La trazabilidad o “certificación de origen” de la información en ese circuito resulta medular, por cuanto admite el confronte de su insumo en base a estándares compartidos.
Privadas, públicas o mixtas, las agencias comparten mercado, pero con distintos niveles de responsabilidad. Las agencias estatales no priorizan la venta de su insumo sino la calidad y necesidad colectiva de su alcance, orientada desde la pertinencia, la objetividad y la transparencia
La globalización es –por excelencia– informativa: Si todas las voces son audibles, una de ellas debe priorizar y asumir el interés colectivo. Su respaldo no será otro que el que otorga la legitimidad de un organismo del Estado, en cumplimiento de su función constitucional.
No es difícil concluir, a la luz de estos datos, que la participación estatal en el circuito informativo –encabezada por una agencia nacional y federal de noticias– resulta equiparable, así como a la salud pública, a la Educación, la Justicia y la Seguridad.